- Hasta principios del siglo XX los jugadores de tenis usaban camisas de manga larga y corbatas. En 1927, el campeón francés de tenis René Lacoste diseñó para su uso personal una camisa para practicar cómodamente el deporte.
- Era blanca, de manga corta, abierta al frente y abotonada; la parte trasera más larga —para mantenerla dentro de los pantalones— y con un cuello que se podía doblar hacia arriba —para evitar quemaduras del sol—. Lacoste llamó a la tela de algodón de punto jersey petit piqué; ésta era ideal para soportar el calor.1
- El mismo año, un periodista apodó a Lacoste «el Cocodrilo», por su pericia en la cancha —quizá también por la forma de su nariz—. A partir de entonces, Lacoste comenzó a usar en sus camisas un cocodrilo bordado en el pecho, diseñado por su amigo Robert George.
- En 1933 René Lacoste fundó junto con André Gillier la empresa La Chemise Lacoste, una de las primeras marcas en mostrar su logo sobre las prendas.
- Pronto la camisa se hizo popular en otros deportes, entre ellos el golf. En los años 50 la marca se anunció como «el símbolo de estatus de los atletas expertos», y comenzaron a fabricarse camisas en varios colores.
- En la década de 1980 Lacoste se asoció innegablemente al estilo preppy, propio de la clase alta en los EE.UU. La marca afirma que hoy en día se compran dos de sus productos en el mundo cada segundo.
- Una camisa Polo Lacoste L.12.12 —el modelo clásico— cuesta entre 1 400 y 1 600 pesos.
1 Las camisas de este estilo surgieron a finales del siglo XIX para cubrir las necesidades de los jugadores de polo en la India, y fueron fabricadas por la empresa Brooks Brothers; de ahí que se les conozca como «camisas polo».