Lectura, juego y convivencia para las familias el Día del Niño y a diario
Me recibe un espacio semiabierto lleno de colores. Se trata del piso cubierto por foamies, cubos, cilindros y demás figuras geométricas hechas en espuma para que los niños jueguen con ellos. Además de colores, el espacio está lleno de risas de un hermano y una hermana retozando, y sus padres que contemplan. Esto es apenas el comienzo en el área infantil, compuesta por seis espacios en torno a un jardín cubierto con pasto y dominado por una frondosa jacaranda. Los juegos de mesa, como scrabble y dominó, y juguetes de tipo bloques de construcción y un caballito mecedor, invitan a los niños y sus padres a seguir divirtiéndose dentro de la ludoteca y en la bebeteca.
Los libros y México
La Biblioteca de México, ubicada en la Ciudadela, fue inaugurada en 1946 por José Vasconcelos, su primer director, en el edificio de estilo neoclásico y ornato sobrio construido en piedra a finales del siglo XVIII para instalar la Real Fábrica de Tabacos de la Nueva España —según la página web de la misma Biblioteca—. A partir de la guerra de Independencia de México, el edificio tuvo varios usos políticos y militares, como haber sido prisión del insurgente José María Morelos y Pavón previo a su fusilamiento en 1815. De techos altos y muros gruesos, en 1816 fue destinado a Parque General de Artillería y utilizado como depósito de armamento, almacenes de sanidad militar, talleres de maestranza y armería, prisión política, cuartel, hospital y laboratorio.
De misión militar a misión educativa, el edificio actualmente acoge salas con colecciones generales, la biblioteca personal de cinco intelectuales mexicanos fallecidos, una sala para personas con discapacidad visual y la sala infantil para niños y adolescentes de cero a 17 años. Otro espacio para compartir es la sala de literatura infantil, con miles de libros de cuento, poesía y novela provenientes de varios países para disfrutar entre padres e hijos en los sillones color naranja. Si está cerrada, basta con pedir a los encargados de la sala infantil que la abran. Ellos pueden buscar en el catálogo títulos de tu interés o, mejor aún, puedes adentrarte en la estantería abierta y dejarte sorprender por el libro que te tienda la mano.
Actualidad
La sala de alfabetización digital y consulta, pintada en amarillo y con sillas color naranja, cuenta con computadoras y enciclopedias y representa un recurso invaluable. «Aquí vienen niños y adolescentes vecinos de la Biblioteca a hacer sus tareas, o niños cuyos padres trabajan a la redonda, como ese par de niñas», me dice el encargado de la sala. Estos mismos niños y adolescentes llegan a aprovechar las actividades culturales programadas cada mes, como cursos para escribir poesía o cómo hacer un podcast.
Por si esto fuera poco, el Foro Polivalente recibe representaciones de las artes escénicas para todas las edades. En el Patio Octavio Paz, contiguo a la Sala Infantil, se ofrecen conciertos los fines de semana, incluidos conciertos para niños. Al ser el Patio Octavio Paz un espacio semiabierto y no una sala de conciertos, resulta menos imponente para ellos. No sobra mencionar que el personal de la Biblioteca de México se esmera en invitarte a que la disfrutes, ya sea explicándote las actividades, los acervos, la historia del lugar o atendiendo cordialmente tus peticiones. Saben la riqueza pública que ella resguarda y ofrece y el valor para sus usuarios. Así que la sala infantil y la Biblioteca de México son para disfrutar no solo en fechas especiales, sino también a diario.