Después de una larga temporada con el telón abajo, Teatro Xola enciende los reflectores para Konrad, el niño que salió de una lata de conservas, una obra apta para personas de 5 años en adelante que ofrece diferentes niveles de lectura capaces de enternecer y conmover a toda su audiencia.
Inspirada en el humor peculiar del libro homónimo de la escritora Christine Nöstlinger, Paulina Barros logró mantener en su adaptación teatral el tratamiento de temas serios, complejos y hasta polémicos de manera amena, divertida, enternecedora y fascinante que se adapta a la mentalidad de la niñez y traslada a los adultos a aquel mundo de ensueño.
De lo bueno, poco
Con apenas cuatro personajes en escena, la obra Konrad, el niño que salió de una lata de conservas, logra representar por completo el sistema social en el que todos estamos inmersos. Representa los espacios que determinan nuestro comportamiento, —como la escuela, el trabajo o el vecindario— devela la imposición de roles sociales y la importancia de las relaciones familiares, amistosas, laborales y amorosas.
Berti Bartolotti
Berti Bartolotti es una mujer particular, le gusta ser independiente, sentirse libre, no presta demasiada atención a ninguna de sus tareas y mantiene un noviazgo desapegado, pero su característica más importante es que es una total aficionada a las compras por internet y al canje de cupones, que aprovecha en cada oportunidad —incluso si no sabe qué es lo que está comprando.
El pequeño Konrad
De inicio parece ser el niño perfecto, fue creado en una fábrica y enviado dentro de una lata de conservas para cumplir con las expectativas de una familia sumamente tradicional. Es bien portado, silencioso, obediente, responsable y pulcro. En pocas palabras, Konrad es el niño que ningún niño debería ser y junto a su nueva mamá y otros aliados aprenderá a ser un verdadero y libre niño de siete años.
Más sobre la puesta en escena
Dentro de la obra, se pueden rescatar diferentes lecturas, desde la crítica al consumismo capitalista en la que la necesidad de comprar está por encima de otras necesidades el valor de expandir nuestros horizontes —físicos y mentales— hasta un exhorto a vivir en libertad y respetar la vida de los otros.
Si quieres conocer a los otros personajes y el desarrollo completo de esta historia, visita Teatro Xola —estará disponible cada domingo del 11 de julio al 29 de agosto— y déjate envolver por la magia del autodescubrimiento que nos propone Konrad, el niño que salió de una lata de conservas.
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