Joaquín Capilla Pérez, considerado uno de los deportistas mexicanos más notables de la historia, nació un 23 de diciembre en la Ciudad de México. Desde pequeño, su padre le inculcó la afición por la natación. En el Balneario olímpico comenzó a practicar y competir en nado, pero obtenía los últimos sitios.
A los 12 años llegó su oportunidad para incursionar en clavados, de la mano del entrenador Mario Tovar, quien le ofreció cambiar de disciplina.
Con 19 años y siendo estudiante de arquitectura, tuvo su primera experiencia olímpica en Londres 1948, donde consiguió una medalla de bronce. En los Juegos Olímpicos de Helsinki 1952 obtuvo una de plata, mientras que en Melbourne 1956 ganó bronce en el trampolín de 3 metros y oro en la plataforma de 10 metros.
Fuera de la fosa de clavados tuvo la oportunidad de participar en la película Paso a la juventud (1958), donde compartió créditos con Germán Valdés Tin Tan y Ana Bertha Lepe.
Su carrera se vio opacada por el alcoholismo, que lo llevaría a alejarse de su familia y a perder los bienes conseguidos durante su carrera. Debido a ello no fue designado para encender el pebetero en los Juegos Olímpicos de 1968.
Un punto crítico llegó cuando, a causa de un accidente automovilístico, apareció en la portada de la revista Alarma!
En 1987, tras haber tocado fondo y considerado el suicidio, decidió dejar el alcohol, comenzó a practicar el cristianismo y se unió a Carmen, su segunda esposa.
En 2005, como homenaje a su trayectoria, la fosa del Centro Deportivo Olímpico Mexicano quedó marcada con su nombre.
En 2009 recibió el Premio Nacional del Deporte.
También puedes leer: Soraya Jiménez: el primer oro femenil mexicano