El origen de la bicicleta es remoto. Se han encontrado vestigios de los ancestros de este vehículo en muchas culturas antiguas: Egipto, China, Mesoamérica. De hecho, en 1490, Leonardo da Vinci —en el Codex Atlanticus— dibujó un prototipo que ya contaba con una trasmisión de cadena, un artilugio que existiría casi 400 años después y que haría de la bicicleta un medio de transporte y recreación popular en todo el mundo.
1818: El barón alemán Karl von Drais, inspirándose en las carretas, patenta un artilugio para poder caminar sentado, el cual se basaba en una estructura de madera sobre dos ruedas del mismo material; años después este invento se conocería como «draisiana» en honor a su inventor.
1865: Fabricantes ingleses modifican el velocípedo de Michaux al agrandar la rueda delantera —pues entre más grande sea ésta, mayor es la velocidad alcanzada por la rotación—, y la llaman Grand B, High Wheeler o Penny-farthing.
1880: La palabra bicycle ya es de uso común en el Reino Unido; en Francia, bicyclette.
1903: El estadounidense Harvey Firestone fabrica su primer neumático y desarrolla las cubiertas de caucho con cámara del mismo material.
1950-1959: Se fabrican dos tipos de bicicleta: una para aficionados, pesada, con llantas de cámara, sin velocidades ni frenos activados en el pedal; la otra para ciclistas experimentados, más ligera, con frenos de mano, neumáticos delgados, tres velocidades, faros, reflejantes y pedales de apoyo.
1987: La compañía Trek introduce al mercado bicicletas con suspensión delantera; tres años después, incluye suspensión trasera.
Historia de la bicicleta
Bicicleta Pública, Cd. de México
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