Era Quentin Crisp, un escritor y modelo que jamás le pareció correcto ocultar su homosexualidad. La vida de este hombre inglés en Nueva York inspiró una de las canciones más emblemáticas en la carrera de Sting.
Después de salirse del trío anglo-estadounidense The Police, Gordon Matthew Thomas Sumner, mejor conocido como Sting, realizó varios álbumes como solista. Con influencias de jazz y apoyándose de otros géneros que le permitieran obtener una fusión rítmica diferente, logró convertirse en un reconocido músico profesional –en cuya carrera incluyó el activismo a favor del cuidado ambiental.
En 1987 Sting lanzó la canción «Englishman in New York», y aunque no alcanzó estar en el Top de los primeros lugares –llegó a la posición 51 de la uk Singles Chart, al número 84 en la lista Billboard Hot 100 en ee.uu, y en el número 32 de la Billboard Mainstream Rock Tracks–, la historia de vida en la cual está inspirada es digna de reconocerse.
Un alien que atenta a la normalidad
La canción trata de Quentin Crisp, quien nació en la Navidad de 1908 en Sutton, un suburbio en Londres. Era una época difícil en general, aún más complicada para quienes tenían preferencias sexuales distintas, pero Denis Charles Pratt—su nombre verdadero—se atrevió a ser abiertamente homosexual, y a vestirse con las prendas tan femeninas que a él le apetecían.
«It takes a man to suffer ignorance and smile
Be yourself no matter what they say»
«Sé tu mismo sin importar lo que digan los demás», escribió Sting después de una plática con este escritor en la que revelaba las dificultades que vivió por ser diferente, a la par que mencionaba las recompensas que obtuvo por mantenerse fiel a sí mismo.
El joven Quentin de 20 años, después de cambiarse el nombre, dejó a su familia e inició su carrera en el modelaje, por lo cual durante el periodo entre guerras comenzó a ser bien reconocido en la capital inglesa, y en 1968 decidió publicar su autobiografía: The Naked Civil Servant.
Conoce también: «They dance alone»
Sting notó la valentía de este hombre cuando supo que jamás escondió su verdadera personalidad, a pesar de las represalias con las que la sociedad intentaba «corregirlo», volverlo a la normalidad –ser homosexual en época anteriores era especialmente señalado, y peligroso–. Por eso, cuando Quentin tenía 71 años y se mudó a Nueva York, Sting fue a visitarlo a su departamento –ubicado Lower East Side–, para platicar con él durante toda una tarde, y que su relato favoreciera el estímulo para crear una canción.
Inspiración de vida
Su encuentro fue más que fructífero. La letra de la canción que compuso Sting a Crisp refleja cómo vive un extranjero en una tierra desconocida, mejor dicho, los hábitos y costumbres de un hombre inglés en una de las ciudades más grandes de ee.uu.
«I’m an alien, I’m a legal alien
I’m an Englishman in New York»
La historia de Quentin tuvo impacto aún mayor, David Fincher aceptó dirigir el vídeo de esta canción en el cual incluyó escenas de este viejo escritor paseando por las frías calles de Nueva York vestido como mujer. En tono blanco y negro, el video también refiere a la dinámica musical de una época que comenzaba a aceptar mayores influencias de géneros completamente distintos –lo cual atrajo la atención de otros artistas para experimentar con esto. De distinguirse, de ser diferente, se obtienen beneficios.
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