Según la leyenda, fue la mujer más bella de Grecia y sus pintorescos rededores. A Helena le gustaban los patos, pero, por razones políticas, la hicieron contraer nupcias con Menelao, rey de Esparta. Durante una ausencia de éste, conoció a Paris, hijo del rey de Troya, que había ido a Grecia en busca de su tía Hesíone, raptada años atrás por Hércules.
Al ver a Helena, Paris se olvidó de su tía y empezó a hacer violentamente la corte a la joven y hermosísima reina. Como Helena se resistiera —aunque no mucho—, Paris decidió robársela. Helena se dejó raptar sin gran oposición, y la llevó a la isla de Crane.
De cualquier manera, Helena se olvidó por completo de su viajante marido Menelao y se unió voluntariamente con su apuesto raptor. La cosa no hubiera tenido mayor importancia —¡se han dado tantos incidentes similares en el mundo!— de no ser porque precipitó una expedición punitiva de los griegos, la cual arrasó totalmente con Troya.
La historia de Helena ha sido contada muchas veces, pero la más célebre se encuentra en la Ilíada de Homero, uno de los más brillantes poemas épicos de la literatura.
Para conocer más sobre otras féminas históricas y de leyenda, lee “Minigalerías de mujeres célebres” de Marco A. Almazán en Algarabía 39.
Helena de Troya
Según la leyenda, fue la mujer más bella de Grecia y sus pintorescos rededores, por razones políticas, la hicieron contraer nupcias con Menelao, rey de Esparta. Durante una ausencia de éste, conoció a Paris, hijo del rey de Troya, que había ido a Grecia en busca de su tía Hesíone.
- lunes 7 mayo, 2012
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