Él logró abrir la puerta a nuevos desafíos de construcción y diseño con sus aportes a la ingeniería, y su legado se extendió con el activismo político que ejerció a través de varios escritos académicos y periodísticos a lo largo de su prolífica y multifacética carrera.
Heberto Castillo nació en el pequeño pueblo de Ixhuatlán de Madero en Veracruz. Después de concluir su educación básica, se trasladó a la Ciudad de México para estudiar ingeniería civil en Escuela Nacional de Ingeniería de la unam.
Desde siempre tuvo habilidad para la conceptualización espacial y el diseño de estructuras complejas, misma que lo llevó a desarrollar un nuevo sistema de construcción llamado Tridilosa.
La Tridilosa es un sistema mixto de acero y concreto que permite crear grandes estructuras espaciales en forma de redes, con la particularidad de ser muy livianas y ahorrar un 60% del material que se emplearía para crear una losa común, reduciendo significativamente los costos de operación.
El diseño estructural creado por Heberto generó incredulidad entre sus colaboradores, por lo que el ingeniero diseñó una prueba sencilla: mandó colocar un camión de 50 toneladas sobre el techo de Tridilosa que estaba construyendo para el Banco Agrícola Ganadero de Toluca.
La estructura no sufrió ningún daño, y la tridilosa, tan ligera que podía flotar, se popularizó al grado de ser empleada en decenas de puentes en México.
Hoy existen distintos edificios emblemáticos que emplean Tridilosa en el país: El World Trade Center de la Ciudad de México, la Torre Chapultepec y el Centro Médico Siglo xxi, por mencionar algunos.
El diseño estructural creado por Heberto Castillo Martínez trascendió internacionalmente, en 1981 construyó puentes para el gobierno cubano y cinco años después un puente vehicular en Nicaragua. De acuerdo con el Colegio de Ingenieros Arquitectos del Estado de Hidalgo, en México hay casi un millón de metros cuadrados construidos con Tridilosa.
Pensamiento activo
A la par de sus aportaciones a la ingeniería Heberto Castillo Martínez se consagró como catedrático y participó en múltiples congresos internacionales. Impartió clases en su alma máter además de integrarse a la plantilla del ipn y del Colegio de Ingenieros Militares.
Por su cercanía con la comunidad académica fue incapaz de limitarse a ser testigo de los eventos de 1968 y se convirtió en participante activo del Movimiento Estudiantil. Durante esta época llegó a ser uno de los líderes más importantes de la Coalición de Profesores de Enseñanza Media y Superior Pro-Libertades Democráticas. En el mes de agosto de 1968, después de ser golpeado brutalmente a las puertas de su hogar al tratar de ser aprehendido por parte del gobierno del entonces presidente Gustavo Díaz Ordáz, logró escapar y llegó a la Facultad de Medicina de la unam donde fue atendido por los estudiantes, para posteriormente dar el «grito de independencia» en el campus universitario el 15 de septiembre de ese año. Este gesto autónomo, así como su participación política en el movimiento estudiantil, lo convirtió en enemigo del Estado y fue condenado a prisión.
En consecuencia estuvo dos años encerrado en Lecumberri, como muchos otros activistas sociales de la época.
Legado activo
Al salir de su reclusión se dedicó al periodismo y colaboró con El Universal y Proceso. Se insertó en la vida política del país, primero como constructor, a lado del ex dirigente ferrocarrilero Demetrio Vallejo, del Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT), después como diputado federal, y en 1987 fue candidato presidencial del Partido Mexicano Socialista (PMS). Un año después declinó su candidatura a favor de Cuauhtémoc Cárdenas, y ya como militante y fundador del PRD ocupó el cargo de senador de su estado natal, Veracruz.
Motivado por la ideología de izquierda, Heberto Castillo ejemplificó la búsqueda del bien hacia los demás por encima del egoísmo, tuvo «la visión y estatura política», no sólo para ceder la candidatura presidencial, sino también para intervenir decididamente desde la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa) «para evitar el genocidio en Chiapas» luego del levantamiento armado del Ejército Zapatista. Ante ese hecho, quienes lo conocieron sabían que la más ruda de las luchas que libró fue en contra del incumplimiento de la palabra empeñada por el entonces presidente Zedillo, pues nunca dudó en sostener sus posiciones firmes en un diálogo directo con el subcomandante Marcos, en el contexto de la mediación con el gobierno federal en aras de lograr un mayor compromiso por la paz.
«A los intelectuales de mi patria les quedan dos caminos: dedicar su esfuerzo y actividad al desarrollo de las ciencias, de las artes, de la cultura con el propósito de darse nombre y brillo intelectual, o bien entregar toda su capacidad creadora y toda su voluntad para establecer las bases técnicas y científicas de un amplio y sano desarrollo de México.» (1967)
Después de su larga y variada trayectoria, falleció a causa de complicaciones cardiacas a los 68 años de edad y sus restos descansan en la Rotonda de las Personas Ilustres. De manera póstuma se creó la Fundación que lleva su nombre y que se dedica a mantener vivo su legado. Cada año la Secretaría de Ciencia Tecnología e Innovación de la Ciudad de México da un reconocimiento en su honor para premiar las investigaciones científicas más importantes en la capital.
Para conmemorar el 19º aniversario luctuoso de Heberto Castillo te invitamos a la presentación de su nueva Colección de Libros Digitales este 5 de abril a las 18.30 horas, en el auditorio Cine Lido del Centro Cultural Bella Época –Tamaulipas 202, Col. Hipódromo Condesa, Ciudad de México.
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