Los diversos cánones de belleza, cambian de acuerdo a la época, pero el patrón de conducta se repite, sin importar las particularidades de cada definición popular de ella, las personas se someten al uso de diferentes artefactos para conseguirla y el capitalismo sólo ha hecho que los cambios sean cada vez más constantes y las exigencias más populares.
Además, las industrias cosméticas, textiles y nutricionales se benefician de las inseguridades que, principalmente, las mujeres sufren al notar que su realidad no cubre el ideal de perfección de belleza que se les fomenta en diferentes tipos de publicidad.
Esto garantiza el consumo de productos que cubren necesidades artificiales y el cuerpo se convierte en una fuente de explotación sometida a los intereses de las clases dominantes.
Modificación de los cuerpos femeninos a través de los años
Todo, siempre, cambia. En los tiempos de la Grecia Clásica, prevalecían los cuerpos redondeados y con curvas; en la Dinastía Han China, la cintura reducida y la piel pálida eran los rasgos perfectos; para el Renacimiento Italiano, la figura femenina debía tener grandes pechos y caderas anchas.
Sin embargo, durante la época victoriana (1837-1901) el ideal eran los cuerpos con cinturas ceñidas. Muchas mujeres no toleraban los corsés que oprimían su figura, por esta razón comenzó una lucha en contra de su uso conocida como el Movimiento de Reforma de la Vestimenta Victoriana, que tuvo como objetivo poner fin a la modificación del cuerpo de las mujeres.
Los años pasaron y en la década dorada de Hollywood, que abarcó de 1930 hasta 1950, el cine mostró a mujeres con grandes curvas y cintura estrecha así que las dietas y estilos de moda se tuvieron que modificar para encajar en el canon estético.
En los años 80, llegó el auge de las supermodelos — que continuó hasta los años 90— en el cual, los cuerpos notables eran los que tenían altura, un cuerpo atlético y esbelto con curvas. Algunos ejemplos de ello fueron las supermodelos: Cindy Crawford, Christy Turlington y Linda Evangelista.
Las cirugías estéticas de cinturas, pechos, piernas y rostros se convirtieron en el deseo femenino que garantizaba la belleza. Esos cambios llevaron a muchas mujeres a realizar lo imposible para poder conseguirlas y lograr estos estándares. No todas tuvieron éxito.
Un movimiento que válida todos los cuerpos
Dentro de estos cánones no se visibilizan los otros cuerpos. A raíz de esta invalidación nació en 1996 un movimiento llamado Body Positive, enfocado en un autocuidado equilibrado que privilegia la salud física y mental. Además, el termino intenta reivindicar la diversidad de cuerpos y eliminar los prejuicios estéticos.
Dentro del movimiento resaltan las personas de tallas grandes, quienes son las principales voces, pero ojo, esto no significa que los cuerpos delgados o musculosos no puedan tener un lugar dentro del Body Positive. El movimiento integra y promueve la normalización de cuerpos con distintas características fisiológicas y también aplica para los hombres, que no están exentos de ser rechazados por su estética.
Demostrar y dar un cambio a lo que la gente quiere ver —porque es lo que se le enseñó que debía ver— es un gran avance dentro de la sociedad. Difundir la importancia del amor propio ayuda a las mujeres a amar su cuerpo y sentirse bellas sin necesidad de entrar en un estándar.