La voz de Billie Holiday resonó y estalló en el mundo del jazz por la potencia sentimental con la que interpretaba sus melodías, pero el significado social que desbordó en sus letras la convirtieron en la cantante más polémica de Estados Unidos durante la década de los años 30.
La problemática racial a la que se enfrentó Billie Holiday fue uno de sus primeros obstáculos para destacar como contante de jazz; su color de piel le impedía caminar por las calles neoyorkinas con libertad, además, el rechazo del gobierno estadounidense por sus canciones le cerraron las puertas de diversos escenarios.
A pesar de ello, su insistencia por hacer sonar su música la posicionó en una de las tres voces femeninas más influyentes de ese género musical, junto a Sarah Vaughan y Ella Fitzgerald.
Eleanora Holiday Fegan inició su debut como cantante en los clubs de Harlem, Nueva York donde el crítico y productor John Hammond la adoptó para hacer crecer su carrera, ya que veía su gran talento que, sin duda, la haría triunfar. En ese año logró que Holiday grabara un disco junto al reconocido clarinetista Benny Goodman y desde ese entonces su vida de la cantante cambió por completo.
Para entrar al mundo musical tuvo que cambiar su nombre por uno artístico y más llamativo, por lo que decidió adoptar el nombre de Billie Holiday, éste surgió como un homenaje a la actriz Billie Dove.
La vida de Billie Holiday narrada dentro del séptimo arte
Ante la importancia y el legado que dejó su música dentro de los ritmos del jazz; diversos cineastas se interesaron en llevar la vida de la cantante a la pantalla grande con la narrativa característica de cada uno. La adaptación más reciente es del director Lee Daniels – Precious, 2010 – con el filme Estados Unidos vs Billie Holiday.
La biopic muestra las controversias que vivó la artista con el Departamento Federal de Narcóticos de Estados Unidos por su adicción a la heroína. Asimismo, expone la relevancia de su himno antirracista Strange Fruit con el que recibió fuertes críticas del público y no era del todo aceptado en sus presentaciones.
La cantante es interpretada por la actriz Andra Day, quien se llevó el Globo de Oro en la categoría de Mejor Actriz por su impecable actuación. Ambientada durante la última década de la vida de Holiday, la actriz le da vida a una Billie golpeada por la vida, pero optimista y resistente a las circunstancias que le rodean.
Asimismo, el filme escrito por la novelista Suzan-Lori Parks, expone la manera como Billie fue hostigada por el gobierno, quienes no aceptaban la manera en la que interpretaba su blues y por las fuerzas racistas existentes dentro de los Estados Unidos. El objetivo era claro: detenerla para silenciar su voz revolucionaria.
El pretexto inicial fue su himno Strange Fruit, el cual la consagró como una artista sociopolítica reprimida por la sociedad.
Strange Fruit
Sin duda, uno de los temas más característicos de su carrera musical fue Strange Fruit, en él evoca a sus hermanos del sur quienes fueron linchados por el color de su piel.
Con dicha canción solía cerrar sus actuaciones: el escenario se quedaba a oscuras y sólo se iluminaba el rostro de Holiday con la luz tenue de un solo foco, y allí, con los ojos cerrados, comenzaba a cantar. Sin embargo, muy pocas veces logró terminarla. La violenta reacción del público le impedía seguir.
“Esta canción consigue distinguir a la buena gente de los cretinos y los idiotas” – Billie Holiday
La escena principal de Estados Unidos vs Billie Holiday evoca a la fotografía con la que nació dicho himno. La cámara enfoca a unos hombres blancos sonrientes a lado de los cadáveres de dos afroamericanos Thomas Shipp y Abram Smith, que colgaban de dos álamos en medio de la noche. Con esa imagen da inicio la cinta, la cual muestra y deja como reflexión; esa visión cruda y dura al ver una sociedad disfrutar de la muerte de los hombres de color.
Por otro lado, la melodía caracteriza a todo el filme, ya que parte de la trama se desarrolla en torno a ella. Además, reúne a toda la sociedad afroamericana quienes sufrieron la violencia racial: expone el dolor de la discriminación. De ese mismo fruto fue como la carrera de Holiday se estancó y se derrumbó por los excesos.
Sus rimas y ritmo se consumieron a la edad de 44 años. La voz de la cantante se apagó el 17 de julio de 1959, pero su legado fue la representación máxima de resistencia ante un país y una sociedad racista, violenta. El jazz reflejó su propia resistencia.
Por Guadalupe Arredondo
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