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Cortometraje: Kusama’s Self-Obliteration

Jud Yalkut relizó un cortometraje basado en el trabajo de la artista japonesa Yayoi Kusama

Luis Fernando Galván, redactor de EnFilme, nos habla sobre el cortometraje de Jud Yalkut, basado en el trabajo de la artista japonesa Kusama.
En 1958, cuando Yayoi Kusama llegó a Nueva York, a los 29 años de edad, tenía un solo objetivo: convertirse en un artista de fama mundial. En aquella época no lo consiguió de inmediato, pero comenzó a experimentar en distintos soportes: desde los formatos más tradicionales —pintura y escultura— hasta el empleo de las tecnologías de la época —fotomontajes—, pasando por el collage, la instalación, el happening y el registro —fotografía o video— de sus performances.
Kusama fue muy productiva y aprovechó el contexto cultural norteamericano. Los movimientos sociales en defensa de los derechos civiles; las protestas contra la guerra de Vietnam y el surgimiento de la cultura hippie fueron abrazados por la artista japonesa para crear una serie de happenings donde pintaba a sus modelos con pinturas fluorescentes bajo luces opacas.
Self-Obliteration (1967), cortometraje experimental realizado por Jud Yalkut, emplea el registro visual de varios de aquellos performances ejecutados por Kusama. Además, Yalkut documenta a la artista, que vivía en la zona rural al norte de Nueva York, mientras trabaja con animales, plantas y cuerpos masculinos desnudos colocándoles el motivo central de su obra: el polka dot, una serie de lunares y pequeños círculos.
Kusama ha empleado esos lunares para cubrir y ocultar seres vivos, espacios y objetos con la intención de renunciar a la identidad, de abolir la singularidad y convertirse en uno mismo con el universo mediante la autodestrucción. Un discurso que remite al pensamiento budista donde se busca alcanzar la capacidad de abandonar el ego.
Además de su atmósfera psicodélica y una estructura no narrativa, Self-Obliteration emplea constantes disoluciones de la imagen para representar la fusión del cuerpo con el entorno y consolidar un todo sin unidades individuales discernibles. Para formar ese ambiente de ensueño, Yalkut emplea la aceleración y ralentización para jugar con el tiempo y el movimiento de las imágenes.
La luz tenue es otro elemento que le imposibilita al espectador diferenciar entre personas, objetos, paisajes y escenarios. Todo se conjuga para dar vida a un mismo modelo regido por los pequeños círculos.
Aquí puedes ver el cortometraje:

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