De acuerdo con datos de la UNAM, en México, alrededor del 35% de las mujeres padece endometriosis.
La endometriosis es una enfermedad que se desarrolla cuando el tejido endometrial —que crece dentro del útero como parte del ciclo menstrual— aparece y se instala en órganos o en tejidos de forma anómala: como los ovarios, la cavidad peritoneal u otras áreas. Alrededor de un 20 al 40 por ciento de las mujeres en edad de reproducción pueden padecer esta enfermedad.
Las consecuencias principales, son el sangrado abundante, dolor intenso, posibilidad de sangrar entre un periodo y otro e incluso puede conducir a problemas de fertilidad. La endometriosis puede afectar los ovarios, las trompas de Falopio, los ligamentos úterosacros, la vejiga, los riñones, el intestino, el peritoneo y con menos afectaciones se pueden ver implicados órganos como el hígado, los pulmones e incluso el cerebro.
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La historia de su descubrimiento y estudios
La primera descripción de esta enfermedad fue dada por el médico Richard Russell en 1888, quien publicó un caso de “endometrioide” del ovario con invasión extraovárica. En 1891, otro médico explicó la presencia de un adenoma del ligamento redondo sobre la base de una inclusión de restos en el conducto “Wolffianos”. No fue hasta 1896 que se publicó un caso en el que se encontró un tejido endometrial normal desarrollado en un ovario.
A principios del siglo XX Ivanoff propuso la teoría de la metaplasia para explicar la endometriosis extrauterina por transformación del epitelio peritoneal. En 1870 la endometriosis ovárica tenía su origen en la invasión del estroma ovárico por su epitelio superficial y Whitrige Williams apoyó esta teoría al comprobar la existencia de epitelio cilíndrico en la superficie del ovario de adultos.
Tras más investigaciones y con los antecedentes mencionados en 1921 el Doctor Sampson emitió su teoría de la implantación y en 1925 este mismo autor demostró la posibilidad de la invasión por embolia, contigüidad o genética.
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Diagnóstico
De acuerdo con la UNAM, si una mujer experimenta dolor pélvico durante los periodos menstruales y relaciones sexuales, dolor al defecar o al orinar, sangrado excesivo, infertilidad, fatiga, diarrea o estreñimiento, hinchazón o nauseas se le recomienda hacer un ultrasonido trans-vaginal con aplicación Doppler y si no tiene vida sexual activa un ultrasonido pélvico.
Otro estudio de gabinete muy útil y confiable es la resonancia magnética para identificar nódulos endometriósicos en el tabique recto-vaginal.
Entre los diversos factores de riesgo que incrementan las posibilidades de desarrollar endometriosis están: No haber dado a luz, comenzar el periodo menstrual a una edad temprana, ciclos menstruales cortos (menos de 27 días), niveles altos de estrógenos, antecedentes familiares, bajo índice de masa corporal y trastornos del aparato reproductor por mencionar algunos.
Aunque no se ha determinado una causa, se le atribuye a la genética, sin embargo, es importante cuidarnos, por esa razón se recomienda visitar una consulta médica si se presenta alguna anomalía.
- Romero, L. (2021). “Padecimiento del útero afecta la calidad de vida de la mujer“. UNAM.
- Alcalá, R. (2021). “Endometriosis: aumenta las probabilidades de cáncer de ovario”. UNAM.