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Semper fi!: el USMC

por G. G. Jolly

«A Dios le prenden los marines porque matamos todo lo que vemos.

Él juega sus juegos y nosotros, los nuestros.

Para mostrar nuestro aprecio por su poder, retacamos el Cielo de

almas frescas. Dios estaba aquí antes que el Cuerpo

de Infantería de Marina, así que entréguenle su corazón a Jesús,

¡porque su trasero le pertenece al Cuerpo!»

Sargento de artillería Hartman [Roland Lee Emery], en Full Metal Jacket (Reino Unido-EE. UU., 1987) de Stanley Kubrick

Marines ≠ marinos

Aunque suele ser un error común, Ejército en inglés —Army— y francés —Armée— no es lo mismo que Armada o Marina de guerra en español: aquéllos se refieren a las fuerzas armadas de tierra y ésta, a las de mar. De igual manera, hay una distinción entre marino o marinero, en español, y marine, en inglés —que se traduce como «infante de marina»—. Los primeros son los miembros de la Armada, que tripulan sus embarcaciones y operan sus bases; los segundos son tropas de combate que resguardan esos mismos barcos y puertos y que, en apoyo de campañas navales, pelean en mar y tierra en operaciones anfibias o expediciones propias de la Armada.

El boot camp o entrenamiento básico para ingresar al USMC tiene lugar, famosamente, ya sea en el centro de reclutamiento de San Diego, California, o Parris Island, Carolina del Sur. Los nóveles marines pasan, entonces, a una de las dos Escuelas de Infantería: Campo Geiger, en Jacksonville, Carolina del Norte; o Campo Pendleton, en Oceanside, California.

A veces, se trata de unidades subordinadas a la Armada —como los Royal Marines británicos, la Infantería de Marina mexicana o la española, esta última, a la sazón, la más antigua del mundo, creada por Carlos I hacia 1527— y, otras, instituciones con plena autonomía, que forman una rama distinta de las fuerzas armadas de un país —tal es el caso de los infantes de marina más famosos de todos: los marines de EE. UU.

Emblema del USMC, con el águila americana, el ancla marítima, el globo terráqueo —su área de operaciones «natural»— y su lema en latín: «Semper fidelis» —«Siempre fiel».

Orígenes

El Cuerpo de Infantería de Marina de los EE. UU. —USMC, por sus siglas en inglés— se remonta a la fuerza anfibia creada por el Congreso Continental en noviembre de 1775, la cual pronto entró en acción, ocupando el puerto británico de Nassau, en las Bahamas. Desbandados los marines continentales tras la independencia, fueron resucitados y rebautizados como United States Marine Corps en 1798, de la mano de la recién creada Armada de los EE. UU. —United States Navy.

Durante el siglo siguiente, los marines vieron acción contra piratas en las costas del Mediterráneo, contra los casacas rojas en la Guerra de 1812, contra los cadetes mexicanos en Chapultepec en 1847 y contra las fuerzas españolas en Filipinas, Puerto Rico y Cuba —donde capturaron la bahía de Guantánamo— en 1898, más diversas expediciones de menor escala en China, Panamá, Marruecos, Haití, Nicaragua o las ocupaciones de Santo Domingo y Veracruz.

En la I Guerra Mundial, el USMC formó parte de la Fuerza Expedicionaria Americana en Francia, donde se granjeó el mote de «Teufel Hunden» —«Perros del demonio»— de parte de los alemanes, en batallas como la del bosque de Belleau, en junio de 1918.

Ya cuajado

Sin embargo, su momento estelar vendría en el Teatro del Pacífico (1941-1945) durante la II Guerra Mundial, en fieras batallas contra el Ejército Imperial Japonés, como Guadalcanal, Bougainville, Tarawa, Guam, Tinian, Cabo Gloucester, Saipan, Peleliu, Iwo Jima y Okinawa. Alrededor de 600 mil hombres y mujeres vistieron el uniforme de marine durante el conflicto, sirviendo en seis divisiones de infantería, cinco alas aéreas y un sinnúmero de unidades auxiliares; de éstos, 20 mil murieron y 82 fueron distinguidos con la Medalla de Honor del Congreso, máxima condecoración militar estadounidense.

Otro tanto harían las siguientes generaciones de marines en Corea, Vietnam, Granada, Panamá, ambas guerras del Golfo y Afganistán, lo mismo en operaciones especiales que en enfrentamientos en toda regla contra ejércitos profesionales o no convencionales.

¿’Ora qué hacen?

Hoy día, siempre celosos de su autonomía y orgullosos de su tradición, aunque cuentan con sus propios medios de infantería, artillería, blindados, apoyo aéreo, unidades auxiliares y fuerzas especiales, los marines son una de las ocho ramas de las fuerzas armadas de EE. UU. y su comandante sirve en el Estado Mayor Conjunto. Depende del Departamento de la Armada, cuenta con 182 mil efectivos en activo y 38 500 en reserva —según cifras de 2017— y requiere un presupuesto anual —para 2019— de $43 200 millones de dólares. Opera instalaciones en tierra y buques anfibios, resguarda bases y embajadas en todo el mundo y tiene a su cargo los helicópteros y la banda de guerra presidenciales. Sus unidades aéreas pueden tener base en tierra u operar desde los portaaviones de la Armada. 

Hay mujeres marines desde 1918. La primera generala marine fue Margaret A. Brewer, que se enlistó en el Cuerpo en 1952 y alcanzó el rango de general de brigada en 1978.

Inmortal foto de Joe Rosenthal que captó a seis marines de la 5ª división del USMC izando la bandera estadounidense en la cima del monte Suribachi, durante la batalla por la isla de Iwo Jima, el 23 de febrero de 1945.

Marines de renombre

  • Don Adams, actor
  • Paul Arizin, basquetbolista
  • James Baker, abogado y secretario de Estado
  • Glen Bell, fundador de Taco Bell
  • Robert Bork, jurista y juez
  • Gregory «Pappy» Boyington, aviador y as de los «Tigres Voladores»
  • Drew Carey, comediante
  • Walter Cunningham, astronauta
  • Terry Downes, boxeador
  • Adam Driver, actor
  • Roland Lee Emery, actor y conductor
  • Robert Mulligan, cineasta
  • Lee Harvey Oswald, asesino del Presidente Kennedy
  • Tom Monaghan, fundador de Domino’s Pizza
  • Robert S. Mueller, director del FBI
  • Don & Phil Everly, rockeros
  • John Glenn, astronauta y senador
  • Gene Hackman, actor
  • Fred Haise, astronauta
  • Elroy «Crazy Legs» Hirsch, jugador de futbol americano
  • Harvey Keitel, actor
  • Robert Leckie, historiador y periodista
  • Robert Ludlum, novelista
  • Ted Lyons, beisbolista
  • William Manchester, historiador
  • Karl Marlantes, periodista y escritor
  • Lee Marvin, actor
  • Bob Mathias, decatlonista, campeón olímpico y congresista
  • James Mattis, general, historiador y secretario de defensa
  • Steve McQueen, actor
  • Adam Driver, actor
  • Roland Lee Emery, actor y conductor
  • Sam Peckinpah, cineasta
  • Tyrone Power, actor
  • Lewis Burwell «Chesty» Puller, héroe de Guadalcanal, ganador de cinco Cruces de la Armada y la Orden de Servicio Distinguido
  • George Shultz, economista y estadista
  • George C. Scott, actor
  • Shaggy, rapero
  • Frederick W. Smith, fundador de Fedex
  • John Philip Sousa, compositor
  • Thomas Sowell, economista y sociólogo
  • Leon Uris, novelista
  • J.D. Vance, escritor

El himno de los marines

Adoptado oficialmente en 1929 a partir de una melodía de Jacques Offenbach y con letra de un marine anónimo, una de sus estrofas dice:

From the Halls of Montezuma
To the shores of Tripoli;
We fight our country's battles
In the air, on land, and sea;
First to fight for right and freedom
And to keep our honor clean;
We are proud to claim the title
Of United States Marine.

«Desde los salones de Moctezuma [por la batalla de Chapultepec, el 13 de septiembre de 1847]
a las costas de Trípoli [por la batalla de Derna, Cirenaica, en 1805],
peleamos las batallas de nuestro país
en el aire, en tierra y mar;
primero, para pelear por el derecho y la libertad
y, luego, para mantener limpio nuestro honor;
estamos orgullosos de reclamar el título
de marine de los Estados Unidos».

Esprit de corps

Literalmente, el «espíritu de cuerpo» o, a veces, la «moral» —y no la que tiene que ver con el bien y el mal ni las buenas costumbres—. Es decir, la lealtad que se otorga a un grupo conformado por los propios pares y el sentido de pertenencia al mismo, que resiste pruebas, sinsabores y adversidades en aras de un bien compartido. Se puede aplicar por igual a grupos homogéneos y jerárquicos como los ejércitos o la clerecía —o a subgrupos dentro de éstos, como la Legión Extranjera o los jesuitas—, a escuelas o clubs exclusivos, a equipos deportivos o partidos políticos. Sin el esprit de corps, la cohesión grupal y la coordinación eficaz de esfuerzos, ya no digamos la disciplina y la obediencia impuestas desde arriba, se tornan imposibles, con lo que tales cuerpos cesan de funcionar o dejan de existir.

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