Para entender el mapa político de México, podrían considerarse los principales acontecimientos históricos de nuestro pasado, grandes batallas, intervenciones extranjeras, ocupaciones territoriales de facciones en pugna, o también, ¿Por qué no?, estudiar los mapas que nos den una versión mínima de las distintas divisiones políticas y territoriales del pasado de México.
Por motivos prácticos, me incliné por la segunda alternativa, ésta es la selección de los mapas representativos que ayudan a entender cómo se llegó a la demarcación actual del país.
I. Mapa político mexicano: prehispánico
1. Asentamientos mexicas y fundación de México-Tenochtitlan
Mapa fundacional, que muestra la ciudad de Tenochtitlan, fundada en 1325 por los mexicas —un pueblo chichimeca proveniente del norte— en el centro del lago de Texcoco. Obsérvese la gran extensión del lago y las poblaciones que hoy en día resultan familiares a los capitalinos, como Tepeyac, Azcapotzalco, Mixcoac, Iztapalapa, Xochimilco, Ecatepec o Chalco. Es notable la infraestructura y el diseño urbano desarrollado por la civilización mexica: calzadas, acueductos y chinampas construidos para comunicar puntos distantes de la ciudad imperio. También es interesante el dique de Nezahualcóyotl, justo en medio del lago, hecho para separar el agua salada de la dulce.
2. Señoríos independientes de la época prehispánica
Los señoríos independientes eran pueblos que no formaban parte del imperio mexica y que, por lo tanto, eran un obstáculo para la expansión territorial y comercial de éste, además de que no pagaban tributo. Estos señoríos son importantes porque, al identificar los espacios que ocupaban, es posible distinguir algunos de los estados actuales del país que tomaron su nombre de aquellos primeros pueblos: la demarcación del imperio tarasco es casi la misma que la del actual estado de Michoacán; los antiguos señoríos de Colima y Tlaxcala fueron la base de los estados del México independiente que ahora conocemos, y el señorío de Xalixco, del que toma su nombre el actual estado de Jalisco, pero que, curiosamente, ocupaba el territorio de lo que hoy es el estado de Nayarit.
II. El Virreinato
3. División de los reinos en 1650
Tras la Conquista y el establecimiento del Virreinato, fueron múltiples las divisiones políticas que se hicieron de nuestro territorio. Esto se debió, principalmente, a disposiciones reales basadas en las circunstancias históricas de cada momento durante los tres siglos de colonización. La primera división obedeció a las campañas militares de los inicios del Virreinato. Así, el territorio sometido por Hernán Cortés tomó el nombre del reino de la Nueva España y comprendía prácticamente todo el centro del país, desde el Océano Pacífico al Golfo de México, y desde San Luis Potosí hasta el istmo de Tehuantepec. Su centro político y económico fue la ciudad de México.
El Reino de Nueva Galicia abarcó gran parte del occidente de la nación en lo que hoy son los estados de Jalisco y Zacatecas; formó parte, en un principio, del Reino de la Nueva España pero, por su importancia comercial, posición estratégica y el crecimiento notable de su principal ciudad, Guadalajara, se le otorgó una disposición real para su separación tras las conquistas de Nuño de Guzmán.
En el noreste, encontramos que Francisco de Ibarra fundó el Nuevo Reino de León —hoy estado de Nuevo León— al que también perteneció el de Nuevas Filipinas, que después se conoció como Texas. Identificamos también el Reino de Nueva Vizcaya, cuya ciudad principal fue Durango y abarcaba desde California hasta Sinaloa —llamado anteriormente Reino de Nueva Navarra—. Por último, Francisco de Montejo estableció el gobierno de Yucatán abarcando toda la península del mismo nombre y al actual estado de Tabasco.
4. División jurisdiccional de las audiencias
Este mapa rebasa los límites actuales de México. Es importante aclarar que, al referirnos al Reino de la Nueva España, hablamos de una más de las divisiones jurisdiccionales civiles dentro de lo que era el Virreinato de la Nueva España y no a una entidad separada y autónoma. Si consideramos las jurisdicciones que se establecían para los tribunales de justicia —también llamadas audiencias—, podemos decir que el Virreinato comprendía toda la América septentrional, dividida en cuatro audiencias:
1. Audiencia de Guadalajara: desde California hasta el centro occidente de México.
2. Audiencia de México: el Reino de la Nueva España y toda la península de Yucatán.
3. Audiencia de Guatemala: América Central y Chiapas.
4. Audiencia de Santo Domingo: comprendía toda la zona del Caribe, la Florida y Venezuela.
5. División en intendencias y provincias internas
A finales del siglo XVIII, concretamente en el año 1786, se dio un cambio trascendental en la división política de la Nueva España. Establecido el dominio borbón en España, se hicieron reformas administrativas impulsadas por el rey Carlos i i icon la finalidad de reducir los poderes del virrey y de las audiencias. Estas nuevas divisiones, llamadas intendencias, crearon un tipo de gobierno en el que el intendente o gobernador general unificaba las funciones de impartición de justicia, obras públicas, hacienda y guerra.
Estas reformas dieron pie a la formación de doce intendencias en el territorio novohispano del centro y sur, mientras que en todo el norte —en donde la densidad de población era considerablemente más baja— se agruparon las provincias existentes bajo el mandato de dos intendencias: las provincias internas de oriente o Intendencia de San Luis Potosí, y las provincias internas de occidente, que comprenden las intendencias de Durango y de Arizpe, con una fuerte presencia militar ante las amenazas provenientes del norte del país.
Con el establecimiento de estas nuevas divisiones es posible identificar claramente, sobre todo en el centro y sur, las entidades que más tarde se convertirían en los actuales estados de la República.
III. Mapa político mexicano: México independiente
6. Mapa de la Constitución Federal de 1824
Al proclamarse la independencia del país en 1821, con los tratados de Córdoba, se adoptó un sistema de gobierno imperial bajo el mando de Agustín de Iturbide, quien heredó exactamente la misma división política que tuvo el último virrey, don Juan O’Donojú, y que observamos en el anterior mapa. Sin embargo, tras el breve periodo en que tuvo el poder Iturbide como emperador —de julio de 1822 a marzo de 1823—, la visión del tipo de Estado que se requería dio un giro y se optó por el sistema republicano, que se vio consagrado en la primera Constitución de 1824.
En esta nueva Constitución se realizó la primera división territorial por estados, que sustituyó para siempre a las del régimen virreinal. Hay que destacar varios detalles: la pérdida de toda Centroamérica, ya que desde un año antes todo el territorio de la Capitanía General de Guatemala —que también incluía a Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica— decidió separarse y formar las Provincias Unidas del Centro de América, de muy poca duración; Chiapas y la zona del Soconusco fueron reclamadas por Guatemala —ya que históricamente le pertenecían—, pero el 14 de septiembre de 1824 el congreso local chiapaneco votó a favor de su anexión a México; Alta California, Baja California y Nuevo México no adquirieron la categoría de Estado por su poca densidad de población.
Algunos estados estaban unidos en una misma entidad, como Sonora y Sinaloa, Coahuila y Texas; además de que algunos otros no existían, como Nayarit, que pertenecía al estado de Jalisco; Aguascalientes era parte de Zacatecas; Campeche y Quintana Roo estaban incorporados al estado de Yucatán, mientras que Guerrero, Hidalgo, Morelos y el Estado de México conformaban la entidad llamada México, y Tabasco era identificado como San Juan Bautista.
7. Pérdida de territorio en el periodo 1836-1853
Una de las etapas más sombrías de nuestra historia fue la de la desincorporación de poco más de la mitad de nuestro territorio en los conflictos en el norte del país y la guerra con los e e. u u., iniciada en 1846. Los orígenes de estos conflictos se remontan a la llegada de colonos anglosajones a la despoblada Texas desde tiempos del Virreinato.
Esta situación se agravó con la autorización obtenida por Moisés Austin, en 1821, para establecerse en la región con 300 familias que, aunque adquirían la nacionalidad mexicana, crearon una cultura propia y, al tiempo, reclamaron derechos de autonomía que se verían recompensados en 1836 con la separación oficial de los Estados Unidos Mexicanos. Desde luego, detrás de esta separación estaban los intereses de los e e. u u., y era sólo cuestión de tiempo la anexión territorial que se consumó en 1845.
Al año siguiente, al pretender ampliar las fronteras de Texas hasta el Río Bravo, los e e. u u. le declararon la guerra a México, el 13 de mayo de 1846. La consecuencia de esta guerra fue la firma del Tratado de Guadalupe Hidalgo el 2 de febrero de 1848, por el cual México cedió los territorios de Alta California —que incluye a los actuales estados de California, Arizona, Nevada, parte de Colorado y Utah—, además de Nuevo México y la ampliación de Texas hasta el Río Bravo.
El último territorio perdido —y el que ha generado más confusiones históricas— fue la Mesilla. En diciembre de 1853, bajo la presidencia de Antonio López de Santa Anna, el gobierno de los e e. u u. compró al de México cerca de 340 000 hectáreas en detrimento de los estados de Chihuahua y Sonora. Aunque ésta fue una pérdida importante, el territorio es pequeño comparado con el cedido por una nación que apenas nacía y en una de las guerras —a mi parecer— con menos sustento y más injustas en la historia.
8. Último mapa político de México
A partir del mapa de 1824, he aquí una cronología del establecimiento de los estados actuales:
- Después de la Constitución de 1824: Sonora y Sinaloa logran un acuerdo de separación en 1831. Por decreto de Santa Anna, Aguascalientes se convierte en Estado en 1835. Guerrero es reconocido en 1849 y toma el nombre del insurgente, caudillo y presidente de México Vicente Guerrero.
- Con la Constitución liberal de 1857: a pesar de una pugna muy intensa por la negativa de Yucatán de conceder la soberanía, Campeche logra su autonomía en 1858. Hidalgo, Morelos y el Estado de México surgen a raíz de la disposición de Benito Juárez de crear tres distritos militares luego de huir del sometimiento de Maximiliano de Habsburgo y de trasladar la capital a diferentes regiones; en 1869, tras el triunfo de los republicanos, se les da el carácter de estados de la República.
- Con la Constitución de 1917: Nayarit es el primer estado reconocido a los pocos meses de la promulgación de nuestra actual Carta Magna. A partir de que se dividió la península de California, en distritos norte y sur, por decreto de Porfirio Díaz, y de los esfuerzos de una creciente y próspera población de la parte norte de Baja California, ésta logra su soberanía en 1952. Finalmente, Baja California Sur y Quintana Roo son los últimos que consiguen cambiar su estatus de territorios federales a estados libres y soberanos, en el no tan lejano año de 1974, con Luis Echeverría como presidente.
- Y en cuanto al Distrito Federal —o ciudad de México, ya que desde la Constitución Federal de 1824 se le puede nombrar indistintamente— lo he dejado al último, porque es el principio y el final de esta crónica. Se decide configurarlo de acuerdo con su estructura original de los tiempos de la fundación de México-Tenochtitlan, junto con otros municipios como Tacuba, Tacubaya, Azcapotzalco, Mixcoac y Villa de Guadalupe Hidalgo. Esta ciudad, además, da su nombre e identidad a la de un imperio, al principal virreinato establecido en América y a una gran nación que, por su gente y su extensión geográfica, reclama un lugar en la historia universal.
José Vicente Sicilia Rosado estuvo fascinado desde que era un niño pequeño por la geografía y los mapas. Sabía mucho de ellos, al punto que asombraba a toda su familia, amigos y primos.