¡Quiero más!
Si de algo estoy segura es que yo, de hambre no me he de morir; es decir, ni de desnutrición, ni de anorexia, ni de falta de apetito, porque ni en mis peores momentos —aquellos de declive físico o mental, de enfermedad o depresión— he perdido el apetito, y como dicen por ahí, «enfermo que come y mea, el diablo que se lo crea».
Y es que para mí, comer y beber son unos de los mayores placeres en este «valle de lágrimas» en el que estamos: una vez que he desayunado, pienso inmediatamente en qué voy a comer, y si visito una nueva ciudad, siempre busco los rinconcitos idóneos para degustar platillos típicos, especiales o únicos.
Me gusta cocinar, saber de gastronomía, de especias, de tendencias, de ideas culinarias, y me considero gourmet no por comer pura delicatessen, ni mucho menos —faltaba más—, sino porque no me conformo con cualquier cosa: el quesillo de hebra de Oaxaca no puede ser del súper sino el original, o cualquier crema o chile tienen que ser auténticos, únicos, naturales. Odio lo enlatado, lo light, la fast food; me gusta el arte de comer, como a muchos de ustedes, queridos lectores, y como a muchos de los que trabajamos en esta egregia revista.
Por eso, nos hemos empeñado en abarcar diversos temas alrededor de la comida: desde lo alimentario y lo ancestral, hasta lo gourmet y exquisito, pasando por las estadísticas y lo mundano del comer en México y el mundo. Así desmitificamos algunas creencias alimentarias; nos adentramos en el origen geográfico de ciertos productos; le damos el Top 10 de los platillos más caros de la historia; le decimos cuáles son las únicas 16 denominaciones de origen de alimentos que tenemos en México, y lo proveemos de una lista sobre los manjares chinos, imaginada por Julio Verne.
Nos emborrachamos con pulque, con cocteles, con especialidades de barman y con destilados y licores; le hablamos de Chepina Peralta —la cocinera de la tv— y de la olla exprés; le mostramos la increíble y triste historia que ha corrido el pollo en el mundo y, de su mano, la evolución de la asquerosa fast food con todo y su cronología. Le explicamos la diferencia entre un gourmet, un gourmand, un bon vivant, etcétera, y qué querían decir las abuelitas con eso del «refrigerio», y además le entregamos un texto enterito del gran Jorge Ibargüengoitia, acerca de los tacos y tortas compuestas.
También hablamos de escenas icónicas de película donde la comida protagoniza; de esas comidas que desparecen y, por más que las busquemos, nunca las podremos encontrar; de la cocina molecular de alquimistas como Ferran Adrià; de otro excéntrico: Arcimboldo de Milán; además del papel que jugaron las especias en el desarrollo de la humanidad. Todo: lo dulce y lo amargo del comer y el beber, en este número 96 de Algarabía. Bon appétit!
Editorial 96
Nos hemos empeñado en abarcar diversos temas alrededor de la comida: desde lo alimentario y lo ancestral, hasta lo gourmet y exquisito, pasando por las estadísticas y lo mundano del comer. Bon appétit!
- lunes 27 agosto, 2012
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