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Eadweard Muybridge: Caballos galopando

En 1872, surgió una discusión entre los aficionados a las carreras de caballos. Por un lado, estaban quienes decían que durante el galope del caballo había un momento en que no apoyaban ninguna de sus patas, por lo tanto quedaban suspendidos en el aire. Por otra parte estaban los detractores, aquellos que sostenían que eso no era posible. Leland Stanford, ex gobernador del estado de California, era de los que creían que en algún punto el caballo «flotaba», mientras que James Keene, presidente de la Bolsa de Valores de San Francisco, aseguraba lo contrario. Así que para salir de dudas, recurrieron al fotógrafo Eadweard Muybridge.

Eadweard Muybridge
vía Wikimedia Commons

Ese mismo año se hicieron varios intentos para fotografiar caballos en movimiento y resolver el enigma, pero ninguno logró el resultado deseado.

El primero fue en el Hipódromo de Sacramento, en donde Muybridge fotografió a Occident —el caballo de Stanford— varias veces durante su galope. El problema fue que la técnica fotográfica empleada en ese tiempo, el colodión húmedo, tardaba varios segundos en secar y no se logró una imagen nítida. Un año después, en 1873, lo volvió a intentar, esta vez modificando los negativos y aunque la imagen no mejoró mucho, por lo menos se logró captar el momento en que el caballo despega sus cuatro patas de piso.


Pero la cosa no paró ahí y fue el mismo Leland Stanford quien encargó a Eadweard Muybridge un estudio completo de los movimientos sucesivos del caballo. Las investigaciones se reanudaron en 1878 en el rancho de Stanford, esta vez con otro caballo, la yegua Sally Gardner. A lo largo de 40 metros colocó una batería con 24 cámaras y otras dos en los extremos de la pista. Al paso de la yegua se disparaban tres cámaras a la vez, una de cada batería a la velocidad de 1/6000 segundos. Los obturadores eran disparados por hilos que se rompían con las patas del caballo a su paso. Más adelante, inventó un temporizador con un tambor rotatorio que permitía capturar imágenes a la velocidad requerida.

El zoopraxiscopio, precursor del cinematógrafo

Al darse a conocer el estudio, la revista Scientific American publicó seis grabados sobre las fotografías de caballos de Muybridge, con las que invitaba a su lectores a realizar una actividad, recortar cada una de las imágenes y montarlas sobre un zootropo1 Cilindro que produce la ilusión de movimiento cuando gira, esto se logra gracias al efecto de persistencia retiniana: cuando el ojo percibe una sucesión de imágenes a cierta velocidad como un movimiento real. para poder observar el movimiento del caballo.

Eadward fue un paso más allá y, utilizando la luz y un disco de cristal, logró que las imágenes se proyectara; bautizó a este invento cómo zoopraxiscopio y fue uno de los precursores del cinematógrafo.
El trabajo de este fotógrafo, enfocado en el estudio del movimiento humano y de los animales, continuó y en 1887 publicó Animal Locomotion, además de Attitudes of Animals in Motion en 1881.

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