Conoce una doctrina creada por los estadounidenses: «América para los americanos», una provincia peruana con una gran riqueza natural y los espacios que tomaron las coronas europeas al llegar a América.
La Doctrina Monroe
El 2 de diciembre de 1823, durante la séptima sesión del discurso del Estado de la Unión —reporte realizado por el mandatario de los ee.uu. Ante su Congreso para informar sobre la situación del país—, el presidente James Monroe aprovechó para emitir un mensaje a las potencias europeas, la llamada Doctrina Monroe —desarrollada por el secretario de Estado John Quincy Adams, pero atribuida a Monroe— en la que primordialmente se destaca que:
- Todos los países americanos deben ser libres e independientes, no dominados, es decir: no más colonización europea en América.
- Los asuntos americanos no deben tener la intervención de Europa.
- Asimismo, los ee.uu. no intervendrán en conflictos europeos.
Esta doctrina se resumía en una frase: «América para los americanos», y aunque todo sonaba muy prometedor, en realidad era un método para limitar la interferencia europea en América Latina debido a las intenciones expansionistas de los ee. uu.
Nazca
Al sur de la República del Perú se encuentra la Provincia de Nazca, que cuenta con una población aproximada de 25 000 habitantes en sus 5 234.24 km². En el distrito del mismo nombre se encuentran diversos atractivos turísticos, entre los que destacan las líneas de Nazca, que son cerca de 800 geoglifos dibujados por los nazca, que el clima seco ha preservado en buenas condiciones. Los diseños forman figuras geométricas, plantas y animales —colibrí, mono, pez, ballena, araña, etcétera— y su tamaño varía: algunas figuras llegan a medir 275 metros de largo. Fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1994.
Los reinos de América en el siglo xviii
En los tres siglos posteriores al desembarco de Colón en América, la influencia española creció tanto que dominaba vastas zonas de América del Norte y del Sur. Para que esto fuera gobernable, los españoles dividieron el territorio en tres virreinatos semiautónomos, cada uno subdividido en zonas administrativas conocidas como «intendencias».
Los ee. uu. lograron su independencia de la Gran Bretaña en 1780, pero los británicos siguieron controlando el extremo norte. Portugal tenía una gran parte de América del Sur, y la región noroeste de América del Norte era reclamada por Gran Bretaña, España y Rusia.