Muchas series televisivas han trascendido gracias a guiones magistrales, actuaciones memorables o elementos de producción novedosos. Muchas otras también consiguieron atrapar al espectador con una perfecta armonía entre el diseño de los títulos, la música y las imágenes de sus secuencias iniciales.
A continuación una lista de algunas de las mejores secuencias de la televisión, que además atrapan a la perfección el espíritu de cada programa.
ThunderCats
Esta clásica serie animada se desarrolló en 130 episodios entre 1985 y 1989. Su talentoso equipo de animadores después realizó otro clásico ochentero: Los halcones galácticos. En la secuencia inicial se presentan todos los personajes en imágenes llenas de acción. Se establecía también el tono general del programa: estábamos ante la presencia de héroes legendarios resolviendo cuestiones de vida o muerte.
Robot Chicken
En Robot Chicken, una irreverente serie animada en stop motion creada en 2005, se toman distintos elementos cinematográficos y televisivos para realizar parodias en sketches de pocos minutos. La secuencia inicial es una delicia que rinde homenaje a Frankestein y La Naranja Mecánica.
Big Love
Big Love fue una polémica serie acerca de la poligamia en las familias mormonas de Utah. Esta secuencia retrata la textura de los sueños, la frágil ilusión de ver al ser amado sin defectos. El complemento ideal está en la música, la perfecta “God Only Knows” de The Beach Boys.
Game of Thrones
Desde que vemos la secuencia inicial de esta sorprendente fantasía épica, nos transportamos de inmediato a otro mundo, a otra época, a un universo de batallas heroicas y conspiraciones con giros dramáticos inesperados. La secuencia inicial ganó un Emmy en 2011.
Nip/Tuck
Mucha gente sigue sin poder explicarse cómo es que antes de desarrollar la cursilona serie Glee, Ryan Murphy creó este escalofriante drama médico dedicado a explorar la frivolidad, la vanidad y los vicios en la vida de dos cirujanos plásticos en Miami. La introducción es abrumadoramente aséptica, inevitablemente cautivadora. Una dulce voz susurra su deseo de alcanzar la perfección.
Dexter
Dexter es uno de los antihéroes favoritos de la televisión, un asesino serial que funciona como justiciero anónimo y vengador moderno.
En la introducción de este oscuro programa, Dexter se presenta ante nosotros realizando su rutina matutina como una alegoría de la crueldad de la existencia: somos depredadores, cazadores, consumidores descorazonados.
Carnivàle
Esta serie de apenas 24 episodios ambientada en la era de la Gran Depresión consiguió una de las secuencias iniciales más memorables, también ganadora de un Emmy. Aquí las cartas del tarot nos transportan a los años 30 en una impresionante pieza llena de simbolismo y con referencias a la eterna lucha entre el bien y el mal.
True Blood
Esta serie que parecía ser una reinterpretación de la imaginería erótica de los vampiros, resultó ser una crítica a vicios sociales y la discriminación de las minorías.
La introducción fue desarrollada por Digital Kitchen, estudio creador de la secuencia de Dexter y Six Feet Under. Aquí presenciamos excesos humanos y la brutalidad de la naturaleza, la insinuación de los sobrenatural, el círculo de la vida, la presencia exaltada de la sexualidad. Ha sido comparada con la película surrealista Searching for the Wrong Eyed Jesus de Andrew Douglas.
Mad Men
Esta brillante secuencia es un tributo al diseño de créditos del icónico Saul Bass. Como el mismo programa, ofrece una mirada a la angustia propia de la edad adulta, la ambición y el poder.
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Conoce más sobre el trabajo de Saul Bass en Algarabía 93.