Los humanos somos seres complejos, estamos hechos de carne, huesitos, tripitas, sangre y, por supuesto, emociones, las cuales dependen de nuestras reacciones psicofisiológicas y son las responsables de alterar nuestra atención y modificar nuestro thymós—ánimo, alma, fuerza vital, como la conocían los griegos—.
Éstas se presentan en varias gamas y tonalidades porque no, señores, no sólo hay alegría y tristeza en esta vida, sino un sinfín de emociones que derivan de las dos anteriores, y que se pueden convertir en algo serio, en un trastorno como los que estamos por enumerar.
eutímico
Deriva de εúθυμία / eutimia, que procede del griego εú, ‘bueno’, y thymós, ‘ánimo’. Se cree que Aristóteles fue uno de los pioneros en emplear esta palabra en su Problema XXX, donde explica que cuando la bilis negra se encuentra en exceso en el cuerpo, se produce el estado de eutimia, que se reconoce fácilmente por el gozo y la ausencia de preocupaciones. En la psiquiatría moderna, el estado eutímico es el periodo de normalidad anímica entre los episodios de depresión causados por el trastorno bipolar.
Pancracio, qué bueno que te tomaste tus chochos, da gusto verte tan eutímico.
ciclotímico
Esta palabra se forma a partir de las raíces griegas κύκλος / kyklos,‘círculo’, y thymós, ‘ánimo’. Se usa para designar un trastorno que provoca alteraciones en el estado de ánimo, las cuales se repiten de manera cíclica por ciertos periodos. Los principales síntomas de este padecimiento incluyen momentos de felicidad extrema y mucha vitalidad, alternados con fases de baja energía y depresión.
Paulina parece ciclotímica: se pone feliz o triste cada que se pelea o se contenta con el novio.
eufórico
Es un adjetivo que deriva de la palabra euforia, que se forma con la raíz griega εú, ‘bueno’, el verbo φέρω / pero, ‘llevar, sobrellevar’, y el sufijo de cualidad –ía. Para los antiguos esta palabra significaba fuerza para soportar, fecundidad, abundancia y capacidad de producir. En la actualidad, el término eufórico se asocia a una sensación de bienestar, alegría, satisfacción y júbilo extremos, generalmente a consecuencia del uso de estimulantes o drogas.
Mira a Bernardo cómo está de eufórico, se me hace que se metió una tacha.
distímico
Adjetivo que proviene de distimia, palabra que se forma a partir del prefijo griego δυσ / dis, ‘mal, difícil’. La distimia es un estado emocional que alterna periodos de larga duración caracterizados por: poco apetito o comer en exceso, dificultad para dormir o dormir demasiado, fatiga, poca energía y sentimientos de desesperanza; con fases cortas de ánimo normal.
No entiendo a Pepita, a veces traga como pelón de hospicio y otras, apenas prueba bocado. Se me hace que es distímica.
disfórico
Se deriva de la palabra disforia, la cual proviene de las raíces δυσ, ‘mal, negación’, y φέρω / pherein, ‘soportar’. Se emplea para referirse a un pequeño desajuste emocional ocasionado por acontecimientos ordinarios como enfermedades o duelos, aunque también se presenta como un síntoma en personas que padecen trastornos por ansiedad o depresivos. Con la disforia se experimentan sensaciones de depresión, malestar y descontento.
Pobre Fulgencio, anda todo disfórico por la muerte de su perro.
