Casi todos los estudiosos concuerdan en que la filosofía clásica es una creación original del genio griego, que no tiene ningún correlato con el pensamiento de otros pueblos de la Antigüedad. Por lo tanto, su aparición fue, en cierto sentido, una «novedad absoluta».1 La filosofía, además, permitió el nacimiento de la ciencia; reconocer esto es darle a los griegos el mérito de haber contribuido de manera excepcional a la historia.
Antecedentes de la filosofía clásica
Un recorrido histórico por los orígenes de la filosofía es sin duda una tarea difícil. Esto es un resumen superficial que sólo intenta dar un panorama general.
Para comprender la filosofía griega, debemos considerar primero el arte, la religión y las condiciones sociales, políticas y económicas que la propiciaron. Una de las manifestaciones artísticas más importantes fue la poesía; alrededor del año 1260 a.C. aparecieron la Ilíada y la Odisea de Homero, poemas épicos que ejercieron en Grecia una influencia similar a la que la Biblia tuvo sobre los hebreos, pues reflexionan sobre la realidad en su conjunto y sobre el lugar del hombre en el universo.
Además de los mitos homéricos, están las obras de Hesíodo Los trabajos y los días y La Teogonía (ca. 700 a.C.), que se preguntan por el origen de las cosas naturales y los dioses, así como los ritos órficos —ca. 600 a.C.—, una serie de creencias y rituales nombrados así por el poeta Orfeo. Los órficos creían en la inmortalidad del alma; sus prácticas y ritos tenían el fin de purificarla y así liberarla de las reencarnaciones; no existían libros sagrados, de modo que se desarrolló una amplia libertad de pensamiento.
Por otro lado, durante los siglos vii y vi a.C., Grecia dejó de ser una región agrícola en cuanto florecieron el comercio y la industria artesanal. El sistema monárquico poco a poco se transformó en varias repúblicas, y con la fundación de las polis o ciudades-estado —como Atenas y Esparta—, el Estado se volvió un nuevo «horizonte ético» caracterizado por la libertad. A continuación exponemos los elementos comunes de la filosofía griega y su historia.
Rasgos esenciales de la filosofía griega
La palabra filosofía proviene de los términos griegos φίλος, phílos, ‘amor a, amante de’, y σοφία, sophía, ‘sabiduría’; por tanto, significa «amor al conocimiento»; con el tiempo, la filosofía se convirtió en la sabiduría misma, en el conjunto del saber.2 A lo largo de su desarrollo, estos fueron algunos de sus rasgos esenciales:
contenido. Se propuso explicar toda la realidad, y por eso se distingue de las ciencias particulares, que explican algunos fragmentos de la misma.
método. Es una explicación puramente racional; no le basta la experiencia, sino que se sirve de la razón y la lógica para hallar las causas primordiales.
objetivo. El deseo de conocer la verdad; no tiene una utilidad práctica —aunque sí tiene relevancia moral— y su objetivo es desinteresado.
Conoce más sobre los periodos y las escuelas de la filosofía en Algarabía 106.