Un surrealismo que navega entre rutas aparentemente sinsentido encontrando un rumbo entre el sueño y el psicoanálisis.
No hay obra más dadá que La Fuente de Marcel Duchamp.
dadá: No tiene etimología, ni significado. Tampoco se tiene certeza de su origen. María Moliner refiere que se trata de la primera articulación que emite un niño y los fundadores del dadaísmo retoman esta palabra como estandarte de su arte por no tener significado alguno y congeniar con su proceso de creación artística.
También se dice que es una palabra al azar, tomada del diccionario, aunque el propio Tristán Tzara declara en su manifiesto dadaísta «Dadá no significa nada». Los dadaístas estaban en contra de la forma establecida de hacer arte, por eso, entre sus propuestas había desde poemas armados con palabras de recortes de periódico unidos al azar, hasta mingitorios sacados de su uso cotidiano y colocados en un museo.
Salvador Dalí exploró el universo onírico en sus pinturas.
onírico: Del griego ὄνειριkος, oneirikos, que significa «relativo al sueño» o propio de él. Esta palabra tomó relevancia con el boom de las teorías psicoanalíticas propuestas por Sigmund Freud y la publicación de su libro La interpretación de los sueños (1899), que daba gran importancia a éstos por considerarlos una vía para explorar el inconsciente del individuo. De ahí que el mundo onírico sea una de los temas más recurrentes en las obras surrealistas.
El psicoanálisis nos lleva por extraños caminos al entendimiento de la psique.
psique: Del griego ψυχή, psyché, significa ‘alma humana’. Para los griegos se trataba de la fuerza esencial en todo individuo que se desprendía del cuerpo humano tras la muerte. según Corominas, dentro de la psicología se usa para referirse a la mente y su conjunto de fenómenos. En la mitología griega está personificada como Psiquis, una hermosa joven hija del rey de Anatolia que se hizo inmortal tras unirse a Eros y sortear las dificultades que le impuso Afrodita.
La navaja cortando un ojo que aparece en El perro andaluz es una de las imágenes más icónicas del surrealismo.
surrealismo: Viene del francés surréalisme, sur, ‘sobre o encima’ y réalisme, ‘realismo’. Guillaume Apollinaire lo introdujo por primera vez en 1917 al calificar su obra de teatro Las tetas de Tiresias como un drama surrealista y definió la palabra de la siguiente manera: «Cuando el hombre quiso imitar el andar, creó la rueda, que no se parece en nada a una pierna. Así hizo surrealismo sin saberlo». En 1924, André Breton lo recuperó para el Manifiesto surrealista.