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De emergencia y posibilidades: agua y clima en CDMX

A lo largo del año, con la pandemia que atravesamos nos hemos sentido vulnerables.

La emergencia sanitaria generada por Covid-19 nos ha hecho sentir nuestra vulnerabilidad, no sólo a enfermarnos, sino al funcionamiento de sistemas de los que dependemos y dábamos por hecho. ¿Qué pasa si escasean alimentos o agua, si colapsa el sistema de recolección de residuos?

An inflatable globe is among protesters in Mexico City. Millions of people around the world strike from school or work to demand urgent measures to stop the climate crisis.

Pienso que esta crisis ha ayudado a repensar qué es lo realmente importante. Necesitamos asumir que la sanitaria, no es la única emergencia que nos acecha. Llevamos décadas escuchando del cambio climático, desafortunadamente las emisiones de Gases de Efecto Invernadero, principales responsables de este fenómeno, siguen en aumento así que hablar de “cambio” es insuficiente, por la escala de implicaciones que ya tiene este fenómeno.

Hoy hablamos de emergencia climática. Así como la del Covid-19, esta emergencia se vive de forma diferenciada entre países, regiones y en las sociedades, profundamente desiguales que nos muestran cómo se recrudecen las injusticias cuando las cosas andan mal.

En Ciudad de México hablamos de una crisis del agua desde hace años. El manejo histórico del agua nos enfrenta a la locura de la falta de acceso en una ciudad que fue de lagos.

Miles de personas padecen la falta y mala calidad del agua, afectando su calidad de vida.

Si esta crisis se analiza a la luz de la emergencia climática, donde los fenómenos meteorológicos extremos aumentarán en frecuencia y magnitud, vemos que el frágil sistema que nos surte de agua, drena lluvia y aguas residuales, fácilmente puede verse rebasado.

Atender la emergencia climática es reducir rápidamente las emisiones y adaptarnos a los cambios que ya están sucediendo, donde el agua tiene mucho que ver. El agua de la Megalópolis depende de dos fuentes principalmente: agua subterránea que requiere bombeo cada vez más profundo y agua importada de otra cuenca que llega por el Sistema Cutzamala, que bombea agua en lo equivalente a un kilómetro de altura con un consumo energético similar al consumo eléctrico de la ciudad de Puebla, según Conagua.

Millions of people around the world strike from school or work to demand urgent measures to stop the climate crisis.

El manejo de agua de la Ciudad de México tenga un altísimo costo energético considerando el bombeo adicional a tinacos en las casas, el combustible para repartir agua en pipas y el que genera el consumo de agua embotellada. Además de la sobreextracción de agua subterránea que ha generado hundimientos diferenciales, provocando que el sistema de drenaje no opere por gravedad sino por bombeo.

Un modelo alternativo de gestión del agua requiere una visión ambiental que permita la regeneración de la cuenca y se garantice un acceso equitativo a la misma. Debemos hacer uso eficiente del agua, arreglar fugas, manejar adecuadamente el suelo de conservación y áreas verdes para la infiltración y captación de carbono.

La captación de agua de lluvia es una solución sencilla que permite cierta autonomía y mayor resiliencia. Urge recuperar los cuerpos de agua restantes, incluyendo la restauración de Xochimilco.

La Ciudad de México tiene gran potencial para solucionar el problema del agua a la par de atender la emergencia climática, de lo contrario nos condenamos a vivir en la dicotomía de la escasez y la inundación siempre afectando de manera más cruel a los hogares más pobres.

Claudia Campero, estratega para Movilización Urbana en Greenpeace México.

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