¿Cuál de estas palabras es la más correcta para designar a ese vehículo, tan utilizado hoy en día y del cual hay más de 17 millones en nuestro país? Pues podríamos atrevernos a decir que cada una de ellas tiene un uso específico, de acuerdo con la evolución del transporte, empezando desde los jalados por animales hasta llegar a los movidos por motores, más los que estén por inventarse.
Si seguimos esta premisa, existió primero el carro —del latín carrus—, que es un «carruaje de dos ruedas, con lanza o varas para enganchar el tiro, y cuya armazón consiste en bastidor con listones o cuerdas para sostenerla carga, y varales o tablas en los costados, y a veces en los frentes, para sujetarla». Carro, en origen, era aquel vehículo que llevaba carga y era arrastrado por animales;por ello, utilizado en el trabajo de campo.
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Mientras tanto, la palabra coche, así como el transporte del mismo nombre, son de origen húngaro. Así lo decía Luis de Ávila en 1548: «Se puso a dormir en un carro cubierto,al que en Hungría llaman coche». El término proviene del pueblo de Kocs, donde, en 1518, se empezaron a construir carruajes especiales para transportar gente de un lugar a otro. Así se formó la palabra kocsi /kóchi/,que los españoles empezaron a utilizar como coche en escritos a partir de 1548, para referirse al carro cubierto. Es decir, el coche es aquel vehículo que transporta personas.
Por otro lado, auto es la abreviación de automóvil: «Que se mueve por sí mismo. Y se aplica principalmente a carruajes que pueden ser guiados para marchar por una vía ordinaria sin necesidad de carriles y llevan un motor... que los pone en movimiento». El término automóvil se utilizó por primera vez en una editorial del New York Times, el 3 de enero de 1899, mientras que el primer antecedente del auto lo tenemos en 1771, con la carretilla de vapor que inventó el francés Nicolas-Joseph Cugnot; y luego, tal como lo conocemos, con el de Karl Benz, en 1886, en Alemania.
Como vemos, lo que actualmente nos lleva y nos trae a todos lados es un auto —automóvil—, ya que se mueve con ayuda de un motor, pero también es un coche de pasajeros. La palabra coche se refiere a vehículos que transportan pasajeros —entre cinco y no más de nueve personas—, como sería el caso del coche de tren: los vagones con espacios para dormir y viajar cómodamente. Mientras que carro se aplica a los transportes de carga rural —carretas— y se puede utilizar para referirse a los vagones del tren, al transporte de los bomberos —no camión de bomberos, sino el carro de bomberos—; en fin,lo que no tenga que ver con transporte de gente, sino de objetos. Quizá hasta valga el término carro de combate o carro acorazado para el vehículo militar que conocemos como tanque, aunque también funcione con un motor y transporte personas y objetos —armas.
Sin embargo, el uso de estas palabras depende mucho del empleo del lenguaje en cada región y nivel socioeconómico,hasta convertirse en un localismo. Así, en España es coche y ningún otro; en la América hispano parlante, las tres palabras son correctas y entendibles, e incluso hasta se pueden encontrar muchas otras, como: tocomocho o fierro en Chile; carcacha, unidad, mueble o nave en México, etcétera.
Pero usted, querido lector, que ya sabe la diferencia, practíquela.