Les digo, pequeñines, que este actorazo no tiene compostura. Fíjense nada más lo que me contaron unos amigos que pasó hace dos días… ¡se nos casó, mis amores! Se casó Charlie Chaplin por cuarta vez… ¡y otra vez con una chamaquita, háganme el favor! Déjenme reposar el sofoco y les cuento.
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Santa Barbara, California, 18 de junio de 1943
Pues bien, resulta que ayer por la noche llego yo a esta bella ciudad costera, y me invitan a cenar ciertas personitas que son —además de buenos amigos— fuente inagotable de chismes, por lo que me contaron no sólo lo del nuevo matrimonio del artista, sino también de sus anteriores relaciones.
Como les decía, el travieso de «Charlot» se ha casado cuatro veces: la primera de ellas fue en 1918, con la actriz Mildred Harris —de sólo 16 años—, mientras que él ya tenía casi 30, ¡de plano le doblaba la edad! En 1921 se divorciaron y el cómico reincidió tres años después al unirse en matrimonio con Lita Grey, también actriz, y adivinen de cuántos años… ¡pues de 16, igual que la primera! Sólo que aquí la cosa se complicó un poco, porque en el momento de la unión, la niña ya estaba embarazada de Chaplin, que para entonces había cumplido los 35 añitos.
Ahí no para la cosa: tres años después —o sea, en 1927—, Charlie y Lita se divorciaron. Él disfrutó de su libertad por cinco años, hasta 1932, cuando nuevamente se enamoró de una actriz, la bella Paulette Godard, quien se hizo famosa tras protagonizar dos grandes películas de su marido: Tiempos modernos y El gran dictador. A comparación de sus anteriores mujeres, que eran menores de edad, la Godard era una «anciana» de 23 años cuando se matrimonió con Chaplin —en secreto—, pero no debemos olvidar que se habían conocido cuando ella tenía 21 años y desde entonces eran amantes. Aún así, el flamante marido era 21 años mayor que ella. El matrimonio tuvo sus altibajos y se fue al traste en 1942.
Ese mismo año, el actor y director buscaba una actriz para su siguiente película y entrevistó a la hija del dramaturgo Eugene O’Neill, Oona, quien deseaba hacer una exitosa carrera en la industria cinematográfica. Chaplin la vio y la deseó instantáneamente. Ella no le hizo el feo y, a los pocos meses, ya estaban comprometidos. Para no hacerles el cuento largo, Oona no pasó las audiciones, pero sí aceptó casarse con el comediante el 16 de este mes en Carpintería, un pintoresco pueblo cercano a Santa Bárbara. Por supuesto ha cundido el escándalo, ya que la tierna novia tiene 18 años, mientras que el novio 54… ¡36 años más que ella!
Ahora sí se pasó de listo «Charlot». Eugene, el papá de Oona, la ha desheredado y juró que nunca más le dirigirá la palabra, pues su yerno ¡tiene su misma edad! A juzgar por los antecedentes, no le auguramos larga vida al matrimonio. Sus ex esposas no hablan precisamente bien de él, pues a todas les fue infiel con niñas tan jovencitas como ellas. Incluso, hay una demanda de paternidad en su contra de una chica que afirma que su hijita es del artista. Y eso no es todo: su ex, Lita Grey, afirma que Charlie tiene un apetito sexual tan intenso que es difícil aguantarle el paso; sus mujeres quedan desfallecidas mientras que él… ¡ah, picarón!, quiere más y más y más.
En fin, a pesar de todo lo que parecen tener en contra, Charlie y Ooona se ven muy enamorados. Esperemos que éste matrimonio sea feliz, definitivo, y que tengan muuuchos hijitos.
Au revoir!