La concordancia nominal es la coincidencia de género y número entre el sustantivo y las palabras que lo acompañan y modifican, como el adjetivo y el artículo.
Se le llama nominal porque al sustantivo se le conoce también como nombre; recordemos que ésta es la palabra que usamos para nombrar las cosas, los animales, las personas o los entes abstractos —como mesa, perro, señora, soledad—, y que el adjetivo es el que nos dice cómo es aquél, es decir, lo califica —roja, gordo, amable, desoladora—.
Por su parte, el artículo determina si estamos hablando de algo que es conocido e identificable por el hablante y el oyente, o si se trata de algo indeterminado —el, los, la, las, lo, un, unos, una, unas.
Otro caso de concordancia nominal es el del pronombre con su antecedente o consecuente. Un pronombre es la palabra que se usa en lugar del nombre o sustantivo; por ejemplo: «ellos fueron conmigo al cine»; aquí, el pronombre ellos sustituye a mis amigos o, más específicamente, a Pablo, Sergio y Juan.
En la oración «Al mejor cazador se le va la liebre» el pronombre de objeto indirecto, le, debe concordar con su antecedente —porque en este caso se encuentra antes del pronombre—, que es «el mejor cazador». A veces es complicado saber cuál es el antecedente o consecuente del pronombre, porque se puede pensar, por ejemplo, que en la oración anterior es la liebre.
Una manera más o menos certera para saber a cuál corresponde es cambiar a plural alguno de los dos sustantivos y las palabras que los acompañan: «A los mejores cazadores se les va la liebre», y no «Al mejor cazador se les van las liebres». También debe haber concordancia entre el sujeto y su atributo o predicativo en una oración copulativa, que es la que lleva los verbos ser, estar, parecer o resultar; por ejemplo «La flor es roja», «La función resultó desastrosa», «Esa chica le pareció encantadora».
Si un adjetivo califica a varios sustantivos y éstos son de diferente género, aquel debe ser masculino plural: «Tiene las manos y los pies sucios». En cambio, si sólo se concordara con el último sustantivo, podría dar paso a la ambigüedad; por ejemplo, en el enunciado: «Traía un libro y una revista prestada». Se entiende que a esa persona le prestaron sólo la revista, pero no el libro.
Sin embargo, sí hay algunos casos en los que el adjetivo sólo concuerda con el último sustantivo, y es cuando se concibe a cada elemento como parte de una unidad. Por ejemplo: «La crisis y la inestabilidad social», «El habla y la cultura mexicana».
En términos generales, la mayoría de las personas puede concordar los elementos de la oración sin ningún problema, pero debemos tener cuidado en casos especiales como los anteriores, porque hasta al mejor escritor se le van errores.
Lo usual: Usa corbata y pañuelo blanco.
Lo correcto: Usa corbata y pañuelo blancos.
Lo usual: Produce café y vainilla orgánica.
Lo correcto: Produce café y vainilla orgánicos.
Lo usual: Le dijeron a los niños que no podrían entrar.
Lo adecuado: Les dijeron a los niños que no podrían entrar.