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Bésame, chingá (primera parte)

por El Chingonario

Ahhhh, el amor. Tema tan humano y tan chingado difícil. Por eso mejor hablemos de un ente que nace del amor: el beso, pero, ¿cuál beso? 😏 Pues el mismo que te dieron tus papás al nacer, el de tus chingos de tías que ves una vez al año, el que no se lo negarías a Henry Cavill —*hombres, coff*—, el que le dan los microbios a la comida que se te cae —«después de esperar 5 segundos», claro—, y un larguísimo etcétera. 

Pero así como hay de coches a coches, lo mismo es con los tipos de beso: en qué ocasiones los puedes dar —los besos—, la técnica para darlos —besos— así como cuáles no conoces para que no te agarren en la baba. Aunque eso sí, con esta chingada pandemia, el saludo de beso ha caído en desuso —¡al fin!

Labiales

No hace falta explicar que este tipo de beso es el que requieren dos pares de labios y nada más. O sea, tu boquita linda y la boquita preciosa de la otra persona.

  • De pico. El rápido, el que apenas si se tocan los labios, muy probablemente el primero que diste en la Primaria —o ya muy precoces, en Prepri—. Existe una versión aún más instantánea: el de piquito, usado para cuando no quieres besar, pero ahí vas de güey a meterte a jugar a la botella.
     
  • De presión. Aquí ya dura más la cosa pero todavía no se atreven a hacer algo más. Literal es que tus labios se peguen a los otros y ya al final, si te envalentonas, truenas el beso *muack*. No hay contacto salival.
     
  • El recuérdame. Es el que das o te dan justo en la esquinita o cornisa de los otros labios, y dependiendo del uso, hay de dos: para provocarle «algo» a la otra persona y luego te vas para dejarla azul —a menos que te siga la corriente—, o cuando no volteaste la cabeza lo suficiente al saludar a tu primo(a) norteño(a). Hay rastros de baba.
     
  • El alzado. Y me refiero a que literal te inclinan la cabeza pa’trás, te agarran el mentón como si sostuvieran una minifusca, y tómala, el kiko. Se supone que en las novelas es el romántico pero en la vida real cómo encabrona que te lo den así. 
  • El bueno. Ora sí, chingadamadre. El que mentalmente se dijeron uno al otro: ya estuvo, ven aquí y pácatelas. De que hay intercambio de babas, lo hay, mas no se hacen presentes las fuercitas con la lengua.
     
  • El hollywoodense. El típico «beso apasionado» que nos venden en las pelis, que los actores balancean sus cabezas de un lado al otro como si estuvieran buscando buena señal. Uno crece pensando que experimentará este tipo de beso un chingo de veces en su vida pero, ya sabes lo que dicen: No creas nada de lo que veas en la pantalla.
     
  • El francés. Oh, lalà, señor francés. Lávate los dientes antes si planeas dar y recibir este tipo de beso que no sé por qué chingados es francés, pero bueno, también tenemos enchiladas suizas. Aquí la participación de las lenguas es requerida, ya sea lengua vs lengua o lengua vs labio.
     
  • El japonés. Vámonos con Tokio. Este beso es la versión hardcore del francés porque los labios apenas si participan en la acción. No existe mayor cantidad de saliva intercambiada.

Ay, qué antojo. 😘

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