Los années folles1 (1919-1929) fueron una auténtica «época de oro» en Europa, un periodo de bonanza, euforia y júbilo, que se caracterizó por una gran efervescencia cultural e intelectual, y por una obsesión con lo «moderno» y lo «contemporáneo».
En este contexto, comenzó a gestarse un movimiento que apostó por un estilo unificador en las artes aplicadas y que reflejó el dinamismo de una sociedad que quería olvidarse de los efectos y remanentes de la I Guerra Mundial.
La exposición universal de 1925, así como la Feria de 1900, representó la cúspide del art nouveau y lo introdujo a América; la edición de la misma en 1925 marcó el triunfo definitivo del art déco.
Proyectada originalmente para abrir sus puertas en 1914, se aplazó en dos ocasiones a causa de la guerra y no fue hasta el 28 de abril de 1925 que se inauguró en París la Exposición Internacional de Artes Decorativas e Industriales Modernas.
La muestra estuvo compuesta por casi 100 pabellones que reunían ideas y diseños de distintas partes del mundo, y exponían una nueva visión de lujo y elegancia.
El concepto rector era la vanguardia y los organizadores exhortaron a los participantes a valerse de influencias modernas en la confección de sus propuestas, dejando a un lado las evocaciones historicistas y las referencias al pasado.
Aunque las propuestas de EE.UU. brillaron por su ausencia, la exposición parisina —como expresión europea de la prosperidad y el optimismo— impactó profundamente en la arquitectura estadounidense, por lo que poco después estos conceptos serían magnificados y pronto los rascacielos se convertirían en la encarnación monumental del poderío de este país.2
Un estilo «total»
El art déco o style moderne fue una ecléctica amalgama de manifestaciones artísticas que asimiló la unidad estética del art nouveau, pero a la postre se convirtió en su antítesis y, al igual que éste en su momento, abarcó distintas disciplinas de las bellas artes y las artes decorativas.3
Fue adoptado —y adaptado— por una nueva generación de artistas, escultores, arquitectos, joyeros, ebanistas y diseñadores. Alcanzó su apogeo entre los años 20 y 30, y prevaleció hasta el inicio de la II Guerra Mundial.
El término art déco fue acuñado en 1966, cuando el Museo de Artes Decorativas de París montó la exposición retrospectiva «Les Années 25»
1. Expresión con la que se designa, particularmente en Francia, al periodo comprendido entre el fin de la i Guerra Mundial y la debacle financiera de octubre de 1929. En los países anglosajones se les conoce como «the roaring twenties».
2. El boom de la construcción de los rascacielos surgió en esos años y cobró particular fuerza en Nueva York: se erigieron edificios emblemáticos como el Empire State, el edificio Chrysler y el Rockefeller Center.
3. De la misma forma que lo hicieron sus predecesores —el movimiento de las artes y oficios y el art nouveau—, el art déco incluyó las artes aplicadas como el diseño de mobiliario e interiores, la orfebrería, la cristalería, la cerámica, la bisutería y la encuadernación. Fue pionero en promover la aplicación del diseño en la producción en serie con la finalidad de hacerlo accesible a la sociedad entera.