Resultado de los cambios sociales y económicos de la época, Europa y América vieron nacer a las vanguardias, y México no fue la excepción.
El estridentismo emergió de una sociedad aún desorganizada por la Revolución mexicana; la inconformidad y el duelo eran comunes luego de algunos años en conflicto. Las vanguardias artísticas comenzaban a tener relevancia más allá del viejo continente, y en poco tiempo los intelectuales mexicanos crearon una vanguardia propia.
Manuel Maples Arce fue el líder del movimiento y se sumó a la tendencia vanguardista al publicar en 1921 el manifiesto llamado Actual no. 1 donde explicaba qué era el estridentismo y cuáles eran sus ideales; la urbe, el mecanicismo y la exaltación del nuevo siglo.La corriente fue iniciada por literatos y escritores de la época, pero pronto varios artistas plásticos se unieron.
Su presencia en varias ciudades fue notable, pero el caso de Xalapa, capital de Veracruz, fue particular, ya que fue adoptada por los militantes del grupo para rebautizarla como «Estridentópolis».
Iluminaciones subversivas
El manifiesto de Maples Arce exponía varias «iluminaciones subversivas» como argumentos de sus postulados. Retomó a Marinetti, Guillermo de Torre, Lasso de la Vega y otros vanguardistas para mostrar su interés por «perpetuar su crimen».
Germán List Arzubide, Salvador Gallardo, Arqueles Vela y Miguel Aguillón Guzmán fueron los escritores principales que militaron en el grupo. A ellos se sumaron varios más, volviéndose una de las corrientes literarias mexicanas más importantes.
Sus primeras manifestaciones fueron poemas, relatos y burlas que convocaban a una revolución poética a través de la exaltación del maquinismo del nuevo siglo; locomotoras, puentes, fábricas, muelles, trasatlánticos, en un intento de expresar la belleza del nuevo mundo.
Maples Arce y Arqueles Vela publicaron un periódico mural en 1992 llamado Actual, así también dos revistas: Irradiador de 1925 y Horizonte, de 1926, subtitulada Revista Mensual de Actividad Contemporánea, bajo la dirección de List Arzubide y la participación de varios artistas plásticos.
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En 1927 Arzubide publicó El movimiento estridentista y el conjunto de poemas El viajero en el vértice, un tríptico en el cual se describe a la ciudad como síntesis de la vida moderna, veloz, ruidosa y mecanicista. También en este año Maples Arce publicó Poemas interdictos:
«Locomotoras, gritos,
arsenales, telégrafos.
El amor y la vida
son hoy sindicalistas,
y todo se dilata en círculos concéntricos.»
Prisma de Maples Arce
Estética metrópolis
La presencia de pintores, grabadores y caricaturistas en el estridentismo fue de gran relevancia para esta vanguardia. Los literatos escribían y los artistas plásticos colaboraban con experimentos visuales sobre estos.
«Estridentópolis» fue, una vez más, el lugar donde emergió todo; una especie de laboratorio donde Maples Arce, Arzubide y demás escritores preparaban la revista Horizonte, mientras Ramón Alva del Canal la ilustraba.
A él se le sumaron Fermín Revueltas; Leopoldo Méndez y Germán Cueto. Los valores estéticos recordaban los ideales del movimiento; la urbe, las máquinas, el porvenir, la belleza del nuevo siglo y la tecnología del futuro.
«Irreverentes, afirmales, convencidos»
Heriberto Jara, gobernador de Veracruz, apoyó al movimiento estridentista desde sus inicios, lo que permitió que Xalapa se convirtiera en «Estridentópolis», pero con su destitución en 1927, la vanguardia oficialmente terminó.
Sin embargo, el movimiento influyó en ámbitos políticos y sociales hasta varios años después. Los estridentistas buscaban criticar a la sociedad mexicana e incentivar a los jóvenes a pensar y reflexionar sobre el contexto. Lo lograron.
En la casa de Germán Cueto se fundó la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios (lear) a las que se sumaron varios miembros de la vanguardia.
De izq. a dcha., Germán List Arzubide, Ramón Alva de la Canal, Manuel Maples Arce, Leopoldo Méndez y Arqueles Vela (Xalapa, Veracruz, 1925).
Los estridentistas fueron los primeros en publicar seriamente Los de abajo, de Mariano Azuela, novela sobre la revolución mexicana importantísima para la literatura del país.
El estridentismo fue la vanguardia de México, la más relevante, la más desenvuelta. Desde su nacimiento hasta la actualidad, sus ideales, perspectivas e irreverencia son reflejo de la época, a lo que sólo podemos unirnos y exclamar con ellos el final de uno de sus manifiestos:
«¡Viva el Mole de Guajolote!»
No te pierdas la exposición que el Museo Nacional de Arte –munal– tiene desde el 16 de marzo, con más de 80 obras nuevas que ya forman parte de su acervo, y que pertenecen a reconocidos artistas del movimiento artístico estridentista –mismas que fueron donadas por la familia Maples Arce Vermeersch.