Antonio Santi Giuseppe Meucci nació en Florencia, Italia, el 13 de abril de 1808. Estudió mecánica, dibujo, química y física en la Academia de Bellas Artes de su ciudad natal.
Meucci se caracterizó por ser un inventor muy creativo:
- Desarrolló un teléfono neumático para el Teatro della Pergola de Florencia, que luego perfeccionó en el Teatro Tacón de La Habana.
- También en Cuba, ideó un sistema de electrochoques terapéuticos para pacientes con dolor de cabeza.
- Creó un sistema de galvanizado, un sistema de filtros para la depuración del agua e introdujo el uso de la parafina en la fabricación de velas.
En 1835, Meucci y su esposa Esther dejaron Florencia para nunca regresar. Primero llegaron a Cuba, donde pasaron 15 años. Fue ahí donde el trabajo con la electricidad le dio la idea de fabricar un telégrafo que incluyera voz, al cual llamaría teletrófono.
En 1850 se establecieron en Clifton, Estados Unidos, muy cerca de Nueva York. El reumatismo que aquejaba a su esposa impulsó a Meucci a trabajar en el proyecto del teletrófono, ya que así podría comunicarse con ella dentro de la casa. Hizo el primer intento de patente, pero no tuvo suficiente dinero.
Un accidente dejó al inventor en cama y tras recuperarse, supo que su esposa había vendido objetos y prototipos para poder sustentarse. Entonces envió nuevos planos a la compañía de telégrafos Western Union pidiendo apoyo, pero nunca le respondieron.
Años más tarde, Alexander Graham Bell patentaría el teléfono y ganaría fama y fortuna. Meucci trató de probar que había sido su invento y llevó el caso a los tribunales, pero murió en 1889 en Nueva York sin que se resolviera.
El 11 de junio de 2002, el Congreso de los EE.UU. publicó la Resolución Núm. 269 donde se reconoce finalmente a Meucci como el inventor del teléfono.