por Eduardo Ramírez de Lira
Todo se puede clasificar y todo lo clasificamos: libros, profesiones, ciudades, gobiernos, corrientes de pensa- miento, relaciones… El método y paradigma para ordenar dependerán del autor o persona encargada. Las más comunes son: alfabéticamente, según tamaño, forma, origen, ascendencia, tradiciones y, por supuesto, color.
Los alimentos se han enlistado de diversas maneras, usualmente atendiendo a un propósito pragmático específico. Éste no es el caso. Se trata, simple y llanamen- te, de una enunciación de platillos, alimentos, plantas, condimentos y demás comestibles con la singular característica de ser bermejos.
Los condimentos
El achiote era usado por mexicas para teñir textiles, y hoy sigue pintando la cochinita y otros cárnicos adobados. El pimentón, también
de origen nacional, puede ser dulce o picante, y se trata de una mezcla de pimientos hechos polvo, cuyo uso se ha extendido a lo largo y ancho del globo después de que se exportara al Viejo Mundo —¿qué sería de la cocina española sin el pimentón o de la centroeuropea sin la paprika? —. Por otro lado, está el azafrán, costosos pistilos de la Crocus sativus, indispensables de la cocina española e india, pues no habría paella sin el tono amarillo del arroz ni la India lo tendría en su bandera.
Frutas, verduras y demás
Este grupo quizá sea el más extenso y variopinto. Los arándanos se consumen ya sea secos o en jugo. Las cerezas se llevan el protagónico de los pasteles y, si es una sola, se reserva para el festejado…
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