En la Antigüedad las apoteosis eran ceremonias en las que se rendía honor a aquellos emperadores, emperatrices u otros mortales que habían cometido hazañas heroicas y eran elevados al nivel de dioses.
Estas ceremonias tuvieron su origen entre los asirios, los persas y los egipcios, después fueron adoptadas por los griegos, quienes otorgaban estos títulos a sus figuras virtuosas por intervención del oráculo, y finalmente por los romanos, que elevaban a dioses a sus muertos sobresalientes a través de un decreto del senado.