No ha existido quien represente de mejor forma el amor por el deporte que Henry Louis Gehrig (1903-1941), jonronero y primera base de los Yankees de Nueva York, quien estableció un récord aparentemente inalcanzable de 2130 partidos jugados consecutivamente. No obstante lo admirable de su durabilidad, el zurdo Gehrig fue mucho más que eso.
«Lou»
A la sombra de Babe Ruth, «Lou» Gehrig siempre tuvo un porcentaje de 300 o más entre 1926 y 1937, incluyendo ocho campañas en las que bateó al menos 200 hits, y su porcentaje de por vida fue un grueso .340. Empató con Ruth el liderato de home runs de 1931 —46— y se ciñó la corona dos veces más. También fue cinco veces campeón de carreras impulsadas de la Liga.
Puede ser que jugar a la sombra de Babe Ruth le haya robado fama, pero, tal como él mismo dijo: «Es una sombra enorme. Me da bastante espacio para ensancharme por mi cuenta»; se convirtió en el primer slugger en disparar cuatro cuadrangulares en un juego.
Afectado por la esclerosis lateral amiotrófica —ela—, Gehrig se retiró de la alineación el 2 de mayo de 1939. Ingresó al Salón de la Fama más tarde en ese año, cuando la Asociación de Escritores de Beisbol omitió, sólo en su caso, la regla vigente que requería que el jugador estuviera retirado cinco años antes de ser seleccionado. Falleció en 1941.
El día de su retiro, en el Yankee Stadium, Lou Gehrig dio este discurso que está considerado uno de los grandes momentos de la historia del beisbol mundial:
«Amigos, las últimas dos semanas han estado leyendo acerca de la mala suerte que tengo. Sin embargo, hoy me considero el hombre más afortunado en la faz de la Tierra. He estado en estadios de beisbol durante 17 años y nunca he recibido nada más que la bondad y el ánimo de los aficionados. […] Así que termino diciendo que pude haber tenido un tropezón, pero tengo un montón de cosas por qué vivir. Gracias».
El término «esclerosis» proviene del griego σκλήρωσις, ‘endurecimiento’; «lateral» viene del latín latus, ‘lado’; mientras que «amiotrófica», también del griego, quiere decir «sin nutrición muscular».
Se estima que es responsable de casi 2 muertes por cada 100 mil habitantes cada año.
La Asociación Americana de Esclerosis Lateral Amiotrófica —alsa— describe esta enfermedad, mejor conocida en México por sus siglas en español como «ela», de la siguiente manera:
«A menudo conocida como la “enfermedad de Lou Gehrig”, es una enfermedad neurodegenerativa progresiva que afecta a las células nerviosas del cerebro y de la médula espinal. Las neuronas motoras van del cerebro a la médula espinal y de la médula espinal a los músculos de todo el cuerpo. Con el tiempo, la degeneración progresiva de las neuronas motoras producida por la ela ocasiona la muerte de éstas. Cuando mueren las neuronas motoras, el cerebro pierde la capacidad de iniciar y controlar el movimiento de los músculos. Debido al efecto progresivo sobre la acción de los músculos voluntarios, los pacientes en las etapas finales de la enfermedad pueden quedar totalmente paralizados.
En 1934 Lou Gehrig obtuvo la Triple Corona, encabezando la Liga Americana en home runs —49—, impulsadas —165— y promedio de bateo —.363
»A medida que las neuronas motoras se van degenerando, dejan de enviar impulsos a las fibras musculares que normalmente resultan en el movimiento muscular. Los primeros síntomas de la ela a menudo incluyen una mayor debilidad muscular, especialmente en brazos y piernas, en el habla, en la acción de tragar
o en la respiración. Cuando los músculos dejan de recibir los mensajes de las neuronas motoras que requieren para funcionar, se empiezan a atrofiar —se vuelven más pequeños—. Las extremidades se empiezan a ver más delgadas a medida que se atrofia el tejido muscular.»
Entre julio y agosto de 2014 se tomó un interés inusitado por la ela, debido al Ice Bucket Challenge —Reto de la cubeta de agua helada—, una campaña publicitaria que retó a tirase encima un balde de agua helada para aportar recursos a la investigación sobre la enfermedad.
Conozcan la historia completa de la terrible enfermedad que azotó la sensibilidad y la inteligencia de esta leyenda del beisbol en Algarabía 133