Año tras año, hemos sido testigos de los tiroteos masivos que se han suscitado en nuestro país vecino, EE.UU. La falta de regulación en la distribución y venta de armamento de bajo o alto calibre, aunado al derecho de portación de armas decretado por la segunda enmienda, crean un panorama desolador para la contención de estos hechos violentos. A pesar de las múltiples tragedias ocurridas, la Asociación Nacional del Rifle (NRA) , —por sus siglas en inglés— se niega rotundamente a implementar medidas que restrinjan la libre compra y portación de armas en toda la nación.
Segunda enmienda: derecho a la portación de armas
La historia armamentística estadounidense, presume una trayectoria casi tan larga como el origen de esta nación. Después de haber firmado la declaración de independencia y ratificar su Constitución Política en 1788, en 1791 se creó la Carta de Derechos o Bill of Rights, para poder asegurar la asignación de derechos individuales básicos a los ciudadanos norteamericanos. En un inicio, se proclamaron 10 artículos o enmiendas básicas —en la actualidad se ha enmendado la Constitución 27 veces—, entre los derechos fundamentales, se presentan: la libertad de expresión, la libre elección de religión, la correcta actuación de los ciudadanos en procesos judiciales y la más controversial de todas… la libre portación de armas.
De acuerdo con la página oficial de los archivos de la nación de Estados Unidos, el Artículo II o segunda enmienda, dice: «Siendo necesaria una milicia bien ordenada para la seguridad de un Estado Libre, no se violará el derecho del pueblo de poseer y portar armas”. Todo esto, a raíz de las formaciones militares que jugaron un papel determinante durante la guerra de independencia.
Al ser ratificada y quedar consolidada la segunda enmienda, la compra y portación de armas por territorio norteamericano, se volvió un hecho legal que está vigente hasta nuestros días. Esto a su vez, convierte a este país en una de las naciones con menos limitaciones para el comercio armamentístico. ¿Cómo se lucha contra la Constitución y los derechos civiles?
Breve historia de la Asociación Nacional del Rifle
La Asociación Nacional del Rifle se creó en 1871 por el coronel William C. Church y el general George Wingate, al quedar consternados por la falta de puntería de sus tropas. De acuerdo con un editorial escrito por Church en una revista, la función principal de esta asociación era ” promover y alentar el tiro con rifle con bases científicas”. Después de que el Estado de Nueva York les concediera un estatuto legal, se forma la tan controversial NRA. Siendo su primer presidente, el general Ambrose Burnside, quién también gobernó Rhode Island y logró ser senador de los Estados Unidos de América.
En 1903, Albert S. Jones, secretario de esta asociación, promulgó iniciativas para que se crearan clubes de tiro en las principales escuelas, universidades y colegios militares. La participación de la juventud fungió como un pilar importante para la expansión de la NRA, prueba de ello, es que para 1906, ya participaban más de 200 niños en torneos de tiro. En la actualidad, se ha incrementado en un 142% la participación de jóvenes en los últimos 6 años (2016-2022), de acuerdo con la página oficial.
Durante los 151 años que tienen de existir, han presentado un crecimiento exponencial, presentando torneos de tiro por todo el país, creación y propagación de revistas, tienen una gran influencia política —de la cual hablaremos más tarde— y se presume cuentan con alrededor de 5 millones de afiliados según fuentes oficiales, entre los que han desfilado varios presidentes.
¿Por qué es tan controversial esta organización?
La Asociación Nacional del Rifle, tiene una influencia política que no se ha podido medir con exactitud. Lo que se sabe, es que gracias a las donaciones de su fundación, la financiación de campañas políticas, la repartición de capital entre los dos partidos políticos y el apoyo a candidatos que comulguen con sus ideales, esta agrupación puede hacer uso de influencias en los altos rangos de la jerarquía estadounidense para salir beneficiada.
A pesar de ser testigos de muchos tiroteos escolares —más de cien incidentes con armas de fuego en los últimos años— y de diversas manifestaciones de violencia, provocadas por algún tipo de arma de fuego, la NRA se ha presentado en contra de promulgar medidas que traten de regular la distribución o venta de armamento. Es gracias a su poderío político, que han logrado contener normatividades que afecten o mermen el comercio legal de armas. Así mismo, siguen desarrollando convenciones de armamento, incentivan a ala población a afiliarse a su asociación y crean una imagen distorsionada de la realidad, en la que el vivir con armas no representa un peligro para la sociedad civil.
Gracias al más reciente tiroteo ocurrido en Uvalde, Texas. La discusión sobre el control de armas se vuelve a abrir como un hecho de vital importancia y nos ayuda a replantear nuestro papel como ciudadanos y las acciones que realizamos en contra de la violencia. Además, se ha puesto en tela de juicio la participación de funcionarios políticos, instituciones gubernamentales y asociaciones de diversa índole, con la intención de formar un medio de presión que promueva un cambio radical en los sistemas armamentísticos norteamericanos.
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