El Síndrome del Edificio Enfermo o SEE, no es cuando al edificio en donde vives le ha dado gripa o pulmonía. Así que guarda el termómetro y el té de Manzanilla, no hay porque alarmarse. Lee este artículo y sabrás un poco más sobre este padecimiento.
¿Qué es el SEE?
Esta respuesta es un tanto complicada, pero en pocas palabras, es una dolencia que sufren los inquilinos o el personal que labora dentro de cualquier edificio -un godín, por poner un ejemplo-. Para detectar este síndrome, el porcentaje de afectados del inmueble tiene que ser mayor al 20%, así se descartarán problemas individuales de salud y se podrá considerar como un problema del colectivo.
El Síndrome del Edificio Enfermo, se desarrolla por una serie de factores que tienen que ver, entre otras cosas, con la manera en que ha sido construida la vivienda y por la calidad del aire que corre dentro de ella. Normalmente, existe una planeación exhaustiva para la construcción de un edificio, sin embargo, existen imprevistos que pueden modificar su estructura o la forma de edificación. Más adelante profundizaremos en el tema.
Síntomas del Síndrome del Edificio Enfermo
Con la pandemia por SARS- coV- dos, nos hemos vuelto fiscales de distrito y tomamos la determinación, de que cualquier tos es Covid hasta demostrar lo contrario. Sin embargo, tal vez no todo sea culpa de este maldito bicho que no nos deja tranquilos, aquí te van algunos de los síntomas más comunes del SEE:
La mayoría de los afectados presentan una seria irritación en garganta, ojos y nariz, así como una tos persistente, fatiga mental o física. Otros síntomas que se han reportado son: resequedad en la piel, irritación corporal, cansancio, dolor constante de cabeza y en casos muy graves, daños gastro intestinales.
La OMS -Organización Mundial de la Salud-, ha categorizado en dos “fases” este síndrome de acuerdo con las condiciones del edificio en el que has estado:
La primera fase de este síndrome es considerada como temporal y puede ser producida cuando los inmuebles son nuevos, se han utilizado materiales de baja calidad en su construcción o que han estado expuestos a una serie de remodelaciones. Normalmente, los síntomas que presenta el colectivo, podrían desaparecer en unos meses.
La segunda fase es cuando tu edificio está muy enfermo, esto significa que desde su construcción, existen diferentes factores que afectarán a sus ocupantes por periodos prolongados de tiempo. La mala ventilación existente, al estar interconectada entre los diversos espacios, representa uno de los principales factores de riesgo. Una construcción poco planeada o la utilización de materiales baratos, puede provocar que el Síndrome del Edificio Enfermo dure por años.
Si pensabas comprar un departamento, cambiarte de oficina o has sentido alguno de estos síntomas, es momento de que empieces a investigar si el edificio no está enfermo.