La velocidad es algo que nos ha fascinado desde hace muchísimos años. Pedalear muy rápido en nuestra bicicleta, ir en el coche con papá cuando acelera o subirnos a un juego mecánico nos produce un hueco en el estómago y una emoción que no se compara con nada salvo con las carreras de autos.
A algunos les agrada tanto esta sensación, que hasta se convierten en pilotos de carreras. Sin embargo, los automóviles diseñados para correr a grandes velocidades no siempre han sido como ahora los conocemos. Vamos a platicarte cómo nacieron las primeras carreras de autos.
Te voy a ganar
En 1885 se fabricaron los primeros coches que funcionaban con un motor. Aunque no se tiene un registro oficial, las primeras carreras se realizaron de forma improvisada, sin reglas y sólo por diversión cuando dos conductores se encontraban por el camino y competían para ver quién podía manejar más rápido.
Los fabricantes de autos se dieron cuenta de que estas sencillas carreras gustaban mucho y en 1887 comenzaron a organizarlas para que todos conocieran los nuevos carros y quisieran comprarlos.
Como al principio la gente no confiaba mucho en estos eventos, en la primera carrera que se organizó en París sólo se inscribió un señor llamado George Bouton, quien obviamente no pudo competir con nadie. Conforme pasaron los años, las carreras se hicieron más populares y en 1894 se organizó una gran competencia con casi 70 automóviles. En la carrera principal participaron 25 autos y el ganador fue el conde Jules Félix Philippe Albert de Dion.
Cada vez más lejos
Después de este éxito, se siguieron organizando carreras más grandes, donde los autos recorrían mayores distancias —los competidores tenían que ir de una ciudad a otra y regresar—, pues los fabricantes de coches querían demostrar que se podía viajar en ellos de forma rápida y segura. En 1907 se llevó a cabo una carrera muy importante: desde Beijing, la capital de China, hasta París, la capital de Francia, o sea que los competidores recorrieron ¡más de 15 mil kilómetros!
Como la carrera era muy larga, en cada auto viajaban un piloto y un periodista, que escribía notas para describir cómo había sido el viaje.
Un año después, en 1908, se realizó la llamada Gran Carrera de Autos. Fue una competencia tan larga que duró 169 días, o sea, más de cinco meses. La ruta empezaba en los Estados Unidos, los participantes tenían que tomar dos barcos, recorrer miles de kilómetros y cruzar unos cuantos países, hasta llegar a la meta: París, Francia. El ganador fue el piloto George Schuster, quien condujo el auto Modelo 35, fabricado en 1907.
Desde entonces, cada año se celebran en muchos países diversas carreras de autos, ya sean cortas y en espacios
cerrados, como los autódromos, o en carreteras que atraviesan ciudades y países. Además, la tecnología ha permitido diseñar automóviles cada vez más veloces y seguros que nos permiten disfrutar competencias en donde la velocidad y la emoción son las protagonistas.
Sigue leyendo en Algarabía
