En 1913, dos vendedores de autos, Robert Bamford y Lionel Martin, fundaron Bamford & Martin ltd, su propia empresa manufacturera. Al año siguiente, después de que Lionel corriera la carrera de montaña Aston Hill Climb, en Buckinghamshire, Inglaterra, con un modelo diseñado por él, decidieron cambiar el nombre de su empresa por el de Aston Martin.
En 1947, el empresario David Brown adquirió la creciente compañía e inició la producción de los modelos que muchos amantes de los automóviles reconocerán fácilmente, la clásica serie db. Ya una vez establecido el plan a seguir, el ingeniero polaco Tadek Marek, fue el principal encargado de diseñar los motores de Aston Martin. Desde 1954, fecha en que se unió a la compañía, introdujo un motor de seis cilindros y 2.9 litros, que después se aumentó a 4 litros para los modelos db5, db6 y dbs. Su último diseño fue el motor Aston Martin v8, que se usó en diversos modelos hasta el año 2000.
En 1964, el famoso agente británico James Bond —encarnado por Sean Connery— apareció en la película 007 contra Goldfinger, manejando por primera vez un Aston Martin: el icónico db5. A partir de entonces, se convirtió en el automóvil emblemático del 007, lo que contribuyó a la consolidación de la marca como referente de un estilo de vida opulento, lujoso y netamente británico.
Pese a que la Aston Martin presentaba algunos problemas internos, un grupo de inversionistas decidió adquirir la empresa en 2007 . En la actualidad, los líderes de la marca son, David Richards, gerente de equipos de carreras de autos, y Ulrich Bez, un reconocido diseñador de BMW y Porsche.
A pesar del prestigio generado por Aston Martin a través de los años, de su aclamada fama por la belleza que presentan sus modelos y la incipiente calidad de los motores que desarrollan, muchos de los dueños que han pasado por la empresa, la han tenido que salvar varias veces de la bancarrota. Sin embargo, no todo es malo, ya que en los últimos años, AM se ha posicionado en un muy alto nivel, dentro del mercado automovilístico.
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