En la actualidad todos somos susceptibles de contraer algún tipo de zoonosis, pero ¿qué es la zoonosis? Desde los años 50, la Organización Mundial de la Salud nombró así a cualquier enfermedad que puede ser transmisible de animales vertebrados al ser humano.
Algunas de las enfermedades zoonotípicas se han mantenido activas en los organismos de los animales y los productos derivados de éstos; una de las causas es la falta de certificación y calidad de los productos alimenticios que consumimos a diario. Algunos ejemplos son:
El mal de las vacas locas
En abril de 1985 se detectó en el Reino Unido la primera res afectada con Encefalopatía Espongiforme Bovina —EBB o mal de las vacas locas—. Diez años después, también en la nación británica, se reportaron los primeros casos de este mal en personas. Cuando la EBB afecta al ser humano, es llamada enfermedad de Creutzfeldt-Jakob y se produce cuando una proteína infecciosa —prión1— altera las proteínas del sistema nervioso, hasta ocasionar alteraciones de comportamiento.
Se transmite al ser humano por consumo de animales enfermos, es incurable, mortal y puede tardar hasta 10 años en manifestar sus síntomas. Sin embargo es importante mencionar que esta enfermedad no existe en México, ya que el Senasica —perteneciente a la Sagarpa—, es responsable de vigilar que todos los productos de origen animal, vegetal y del mar tengan las medidas sanitarias correspondientes.
Durante la semana de la «contingencia sanitaria» en mayo de 2009 por el brote de influenza H1N1, se redujeron de forma drástica las enfermedades gastrointestinales debido a las medidas de higiene que practicó la población.
Brucelosis
Es otra enfermedad transmisible del animal al ser humano. La fuente de infección proviene del ganado bovino —cabras, ovejas e incluso perros—; sus síntomas principales son padecimientos muy cotidianos como el dolor de cabeza y la fiebre, pero puede llegar a ser causante de aborto tanto en animales como en mujeres.
El Servicio Nacional de Inocuidad y Calidad Agroalimentaria, realiza de forma permanente una vigilancia epidemiológica, atendiendo todos los reportes con sospechas de enfermedades para descartar o confirmar la presencia de plagas o padecimientos.
Hoy México cuenta con tecnología de punta y mecanismos para la producción de alimentos sanos, inocuos, así como de alta calidad; sólo necesitamos manejar con higiene la comida que vamos a consumir, además de comprar productos certificados y debidamente etiquetados en los establecimientos autorizados.
Para asegurar que la carne no signifique un riesgo para la salud, es indispensable consumir alimentos que estén certificados con el sello TIF. El sello TIF —Tipo Inspección Federal—, garantiza la regulación de seguridad e higiene en los establecimientos de sacrificio y procesamiento de los productos cárnicos.
A continuación, un breve listado de las enfermedades que podemos contraer si no tenemos cuidado de dónde conseguimos los alimentos o de la higiene que se requiere desde su producción hasta su consumo.
1. A diferencia del resto de los agentes —infecciosos virus, bacterias, hongos…—, que contienen ácidos nucleicos adn, arn, o ambos, un prión sólo esta compuesto por aminoácidos.
El Dr. Ian Q. Carrington invita a los lectores involucrados en la investigación científica a difundir sus descubrimientos por medio de esta publicación: cartas@algarabia.com.