El 28 de diciembre de 1895, en el Salón Indio del Gran Café de París, se usó por primera vez esta palabra para referirse a la primera representación pública y de pago del cinematógrafo, el gran invento de los hermanos lumière que reproducía imágenes en movimiento.
Dicha máquina proyectó la salida de obreros de una fábrica francesa en lyon, la demolición de un muro, la llegada de un tren y un barco saliendo del puerto. De su nombre, cinematographe, ‘cinematógrafo’ —del griego kínema, κίνημα, -ατος, ‘movimiento’, y –grapho, γράφειν, ‘dibujar, escribir’— resultó el acortamiento cine, que hoy, en el habla corriente del español, se usa con exclusión casi total de la palabra completa, para referirse a:
1. El local o sala donde como espectáculo se exhiben las películas cinematográficas, o
2. la técnica, género, arte e industria de la cinematografía.
Cine se usa en términos como: sala de cine —o cine a secas—, cine de autor —el realizado por un director que imprime a su obra un estilo propio—, cine mudo —el
que carece de sonidos y voces— y cine sonoro —el que reproduce, por medio de una banda sonora, voces, ruidos, música, etcétera—. De ahí derivan también los siguientes términos: cinematografía, cinematográfico, cineasta, cinerama, cinéfilo, telequinesis, y el mexicanismo cinero.
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