Durante mucho tiempo esta cruz no fue relacionada con el miedo, la supresión y el odio, al contrario, fue sinónimo de buena fortuna, al grado de que se podía ver hasta en la publicidad de Coca-cola, al reverso de las cartas de naipes o en las insignias de los boy scouts. Pero eso fue hace muchos años, cuando su significado todavía no se distorsionaba para ser usada como emblema de uno de los episodios más oscuros de la historia occidental.
Y es que el primer contacto que la mayoría del mundo occidental tiene con este símbolo son las banderas del Partido Nazi que vemos en los libros de historia o las películas hollywodenses de la II Guerra Mundial, provocando que no se vuelva a ver de la misma manera. Pero también pasa que cuando se interpreta erróneamente se puede caer en ideas que rayan en lo absurdo. Ahí tenemos a los morenazis de Jalisco celebrando el cumpleaños de Adolf Hitler.
Por eso, para no caer en vergüenzas y con el afán de limpiar un poco el nombre de la esvástica comencemos con el recorrido a través de su historia.
EN UN PRINCIPIO FUE LA CRUZ
El sustantivo svastika viene del sánscrito y significa «ser afortunado» o «tener buena fortuna», aunque no en todos los países se le conoce con el mismo nombre. En China tiene el nombre wan, en Japón manji, en Inglaterra fylfot, en Alemania hakenkreuz y en Grecia tetraskelion o tetragammadion.
A la esvástica también se le llama cruz gamada por la similitud que existe entre sus puntas dobladas y la letra griega gamma mayúscula —Γ—. La cruz en sí misma, con miles de años de historia, tiene una gran carga simbólica que en su mayoría representa la unión de principios opuestos: masculino y femenino, activo y pasivo, luz y oscuridad, además de los cuatro puntos cardinales y elementos; Oriente/fuego, Occidente/aire, Sur/tierra, Norte/agua. Se trata del símbolo que refleja la totalidad del universo a través del movimiento, por ello se asocia a la energía y la divinidad en su conjunto. Es importante mencionar que puede adquirir un significado positivo o negativo, dependiendo la dirección en que se dibuje.
ANTES DE LOS NAZIS
Debido a que es un signo muy arraigado en la cultura asiática, aún en nuestros días es común encontrarlo en templos, taxis y autobuses de la zona. Llegó a Europa producto de la colonización inglesa en la India durante el siglo XVIII.
En el aspecto religioso de este símbolo hay varias similitudes entre ideologías aparentemente muy ajenas. En el hinduismo representa a distintas deidades según su ubicación; dibujada en la mano derecha alude al dios Visnú y al Sol; dibujada en la mano izquierda hace referencia a la diosa Kali, asociada a la magia y la destrucción. También aparece con Ganesha como explorador y dios de las encrucijadas. En ocasiones se utiliza como sello para jarros de agua bendita del Ganges.
En Oriente es el sello del corazón de Buda y uno de sus ocho pies; representa la rueda de la existencia. Para los chinos simboliza los cuatro cuartos del espacio y la tierra, así como una renovación infinita de la vida. Dependiendo del color cambia el significado: cuando aparece azul denota virtudes celestiales infinitas; roja, las virtudes sagradas del corazón de Buda; amarilla, la prosperidad; verde, las virtudes de la agricultura.
La esvástica que sigue el sentido de las agujas del reloj es de signo yang y la que va en sentido contrario, yin. También la encontramos como representación del trueno, igual que con los celtas, escandinavos y teutones.
ALEMÁN + SÁNSCRITO = ÁRIOS
Sin embargo, la mayoría sólo conoce la parte de la historia que comienza en 1920, con el gobierno de Adolf Hitler. Por esos días, académicos alemanes que traducían textos indios notaron algunas similitudes entre el alemán y el sánscrito, a partir de ahí comenzó una asociación de ideas erróneas que concluyó en que los indios y los alemanes tuvieron ancestros en común: una raza de guerreros blancos que llamaron arios.
Según su historia estos guerreros habían invadido la India en el pasado y los veían como el prototipo de ancestros del pueblo germano y colonizadores culturales. Así fue como la esvástica, muy presente en la India, fue tomada como emblema del nuevo Partido Nacionalista Obrero Alemán y se enmarcó junto a nuevos elementos que la arrancaron de sus raíces.
Pero la bandera del partido nazi no fue el único lugar en que apareció este símbolo, también está en el emblema de la Sociedad del Thule, una orden dedicada a los estudios de los orígenes de la raza aria y alrededor de la cual rondan numerosas teorías de conspiración, aunque con la llegada de Hitler al poder la organización se disolvió y se prohibió hablar de ella.
El resto de la historia de este símbolo ancestral la conocemos y hoy en día, a pesar de los intentos por reivindicar su pasado, pesa más la sombra que el nazismo dejó sobre ella.
Jazmín Amaro es redactora y ama la esvástica.