Ya que en sus tecnicismos se encuentra la diferencia entre la salud, alguna enfermedad o incluso la muerte, la terminología médica —incluso su fonética—suele producirnos miedo o ansiedad. Aquí presentamos cuatro «palabrotas» médicas de uso frecuente, cuya sola pronunciación nos remite a significados siniestros.
carcinoma
Proviene del griego καρκίνωμα, karkínōma, y éste de kárkinos, ‘cáncer’, que en latín significa ‘cangrejo’ —haciendo referencia a las venas afectadas que, rodeando un tumor, se parecen a las patas de dicho animal—, y oma, ‘tumor’. En medicina, se trata de un abultamiento formado a partir de un tejido de varias capas de células que recubren los conductos del cuerpo y la piel, que tiende a reproducirse y a causar lesiones secundarias en zonas lejanas. Se origina en órganos como los pulmones, la piel, el colon, el cuello uterino, el estómago y la próstata; su consistencia es firme y su color varía de blanco amarillento a gris; presenta una superficie granosa y opaca.
El pobre murió de un carcinoma de origen desconocido.
Chancro
Deriva del francés chancre, y éste del latín cancer y –cri, ‘llaga’. Es una herida o lesión de carácter infeccioso, por lo regular producida por la sífilis o por otra infección de transmisión sexual. Es causado por la bacteria Haemophilus ducreyi, la cual afecta los genitales y las ingles. Se presenta como una lesión genital en forma de úlcera, causando dolor y molestia.
El diagnóstico del chancro se realiza por medio de una exploración y cultivo de la zona afectada.
coágulo
Proviene del latín coagŭlum, usado antiguamente para designar los grumos formados en la leche cuajada. Se trata de la aglomeración de partículas semisólidas de un líquido. En medicina, un coágulo es una masa de sangre que, en cantidades normales, ayuda a detener el sangrado de una herida; sin embargo, dentro del organismo puede desprenderse, trasladarse a otras zonas del cuerpo y bloquear el flujo sanguíneo. Se forman en el cerebro, corazón y pulmones, así como piernas, brazos y abdomen. Pueden ser letales al ocasionar una trombosis o embolia.
El coágulo arterial fue lo que causó el infarto.
forúnculo
Proviene del latín furuncŭlus, ‘ladronzuelo’. Es una inflamación y se presenta como un abultamiento pequeño de la piel, puntiagudo, doloroso y purulento. Es causado por la bacteria Staphylococcus aureus, pero también puede ser provocado por otros patógenos u hongos que se encuentran sobre la piel; se forma cuando un folículo piloso —donde crece el vello— se infecta. Es más común que surja en la cara, el cuello, las axilas o los muslos.
Que los forúnculos supuren es buena señal, porque es cuando están a punto de desaparecer.