Con la fundación de la República de Weimar (1919-1933) al término de la I Guerra Mundial, Walter Gropius (1883–1969) fundó la Bauhaus, escuela que pretendía la excelencia y la vanguardia en la enseñanza integral de la arquitectura, el diseño industrial , diseño gráfico y las artes menores. A pesar de su rápido desarrollo, en 1924 la escuela se vio obligada a abandonar Weimar por razones políticas.
En la década de 1920 Dessau se posicionaba como una prometedora ubicación industrial bajo el impulso de Lord Mayor Fritz Hesse, el ingeniero Hugo Junkers y Ludwig Grote. Esta ciudad, resultó ser la sede donde la Bauhaus viviría sus años de gloria, y sería partícipe en la configuración de una sociedad moderna.
El inicio de un legado arquitectónico
A pesar de que Bauhaus significa ‘casa de construcción’, durante la época de Weimar carecía de escuela de arquitectura. Ésta abrió en Dessau en 1926, donde Gropius proyectó el edificio, financiado por la propia ciudad, que se convertiría en su emblema y en el que aplicó su propio concepto: la forma sigue a la función, en este caso, de acuerdo al uso que recibiría cada ala del conjunto: talleres, estudios y escuela vocacional quedaron colocadas asimétricamente, por lo que la edificación carece de un eje central.
El ala del taller y la escuela vocacional —ambas de tres pisos— están conectadas por un puente de dos pisos que se destinó para fines administrativos. Talleres y estudios se unen mediante un edificio de una planta en el que se encuentra la denominada «área recreativa»: auditorio, teatro y cantina. El área de estudios comprendía 28 apartamentos de 20 m2, para albergar a estudiantes y maestros. En el interior, los elementos constructivos se acentúan con diferentes colores aplicados sobre muros de carga y no carga.
Alumnos sentados en el tapanco de la terraza del ala de talleres, 1931.
Construyendo su historia
En 1932, la escuela se vio obligada a cerrar debido a la presión del nacionalsocialismo. Durante la II Guerra Mundial el edificio sufrió severos daños a consecuencia de los bombardeos que, en ese entonces, fueron reparados de manera provisional. No fue sino hasta 1972, con el redescubrimiento del legado de la Bauhaus, que se inició el proyecto de restauración. Además, en 1994, se creó la Fundación Bauhaus Dessau con el propósito de preservar, investigar y transmitir su patrimonio cultural. El cuidado en los detalles y las exhaustivas medidas aplicadas durante la rehabilitación le valieron, en 1996, el reconocimiento como Patrimonio Mundial de la UNESCO.
A 100 años de la fundación de la Bauhaus; su sede en Dessau anualmente recibe cerca de 100 mil visitantes de todo el mundo deseosos de conocer el emblemático edificio, así como para investigar, trabajar y participar creativamente como científicos, arquitectos, diseñadores, artistas o estudiantes.