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La tragedia en cine y televisión

Desde Aristóteles a la modernidad, la tragedia ha estado presente en las narrativas que consumimos día a día.
La tragedia en cine y televisión

¿Alguna vez te ha pasado que, al ver una película o una serie de televisión, te sientes capaz de anticipar cómo terminará o qué destino tendrá el personaje principal? Esto se debe a que cada producto audiovisual que consumes está supeditado a uno ―o varios― géneros dramáticos, la primera concepción de estos modelos se remontan a Aristóteles y aquí te vamos a contar un poco sobre uno de los géneros dramáticos más conocidos: la tragedia.

La razón por la que una obra de teatro, un libro o una película en televisión se convierte en algo previsible es por su estructura, ya que posee una organización determinada de elementos. Para poder profundizar en este tema, hemos seleccionado una lista de personajes contemporáneos de la pantalla chica y grande para ejemplificar los temas, rasgos y constantes dentro de la tragedia.

Romeo Montague y Juliet Capulet

(Romeo + Juliet, Baz Luhrmann, 1996)

Es bastante simple: el drama no puede existir sin acción. Tomemos como ejemplo a Romeo y Julieta. Ambos pertenecen a una narrativa mundialmente conocida: dos jóvenes provenientes de familias enemigas se enamoran provocando una serie de enfrentamientos entre ambos bandos. Si Romeo o Julieta no hubiesen actuado sobre sus deseos, no hubiera existido castigo para ninguno, ergo, no se trataría de una tragedia. Sin embargo, el final de esta historia lo conocemos de sobra: ambos mueren, pero, ¿por qué? Para fines estrictos de la tragedia como género, ambos protagonistas deben morir ya que transgreden un valor absoluto: el honor.

Primer ministro Michael Callow

(“National Anthem”, Black Mirror, Otto Bathrust, 2011)

En la tragedia, hay una estructura que prevalece: orden-desorden-orden. En “National Anthem”, de Black Mirror, el primer ministro Michael Callow se enfrenta a un crudo dilema: para rescatar de un secuestro a la adorada princesa Susannah, debe tener sexo con puerco mientras se transmite en vivo por cadena nacional. Lo que sucede después, a grandes rasgos, es que el primer ministro accede a las exigencias de los secuestradores, todo el país lo ve en directo (he aquí el momento de desorden que exige la tragedia) y, al terminar, la princesa es regresada sana y salva. En este relato el protagonista transgrede la moral a través de la zoofilia y, aunque al final el orden vuelve, las consecuencias de sus actos son el repudio social por haber cometido el acto, a pesar de haberlo hecho por un bien mayor.


Taketoki Washizu

(Trono de sangre, Akira Kurosawa, 1957)

Adaptación de la obra Macbeth de 1623, de Shakespeare, en televisiónTrono de sangre es una representación de lo que sostenía Aristóteles sobre la tragedia: no es el protagonista quien le da sentido y unidad al relato, sino sus acciones. En ese sentido, el personaje es consecuencia y autor de sus decisiones, pues actúa haciendo uso de todas sus facultades mentales. Es así como Taketoki Washizu, un general japonés, escucha una premonición de su futuro, a través de un espíritu, que le asegura que él y el hijo de su mejor amigo llegarán a convertirse en Gran Señor de su Fortaleza; bajo la manipulación de su esposa, decide asesinar al actual Gran Señor del bosque de las Telarañas para que se lleve a cabo esta premonición. Debido a sus actos y a la transgresión de la lealtad, Taketoki Washizu es asesinado por sus soldados.


Lester Nygaard

(Fargo, Noah Hawley, 2014-)


Una característica importante del protagonista de la tragedia es que parte de la necesidad humana de elevar el espíritu. En la primera temporada de Fargo, liderada por Lester Nygaard, un hombre sumiso y degradado, se ve envuelto en una situación donde, por primera vez en su vida, tiene la oportunidad de hacerle frente a una de tantas personas que lo amedrentan: su esposa. Iracundo, la asesina, consumando con este acto la transgresión no sólo de su espíritu subyugado, sino de la vida, un valor absoluto. Las consecuencias eran perennes al crimen: o iba a la cárcel o moría. Para Lester, el destino decidió que su castigo sería la segunda opción.


 

Alexia

(Raw, Julia Ducournau, 2016)


En todo libro, película, cuento o historieta hay dos elementos inamovibles e intrínsecamente unidos: el tema y la idea, los cuales conducen a la configuración de determinados caracteres dramáticos. Aunado al contexto, las relaciones entre estos evolucionan de tal manera que los personajes, al asumir las características de la estructura de la tragedia, cobran vida propia. En Raw, el tema es el canibalismo; mientras que la idea es que Justine ingresa a la universidad y experimenta el despertar de su deseo sexual y, de manera paralela, surge en ella un apetito insaciable por comer carne humana. El canibalismo, al ser un tabú en la sociedad, representa por sí mismo una transgresión a las leyes de la naturaleza.

En el relato del filme, Justine tiene una hermana: Alexia, quien al igual que ella tiene una debilidad por la carne humana. Ambos personajes asumen las características de la tragedia a través del tema principal y su destino es pagar el precio de sus actos: Alexia asesina y engulle al compañero de cuarto de Justine y es condenada a la cárcel.


 

Alex DeLarge

(A Clockwork Orange, Stanley Kubrick, 1971)

Una fórmula básica en el drama es: personaje + acción = sujeto dramático, el cual ofrece una visión profunda de las contradicciones sociales y refleja el estado que guarda una sociedad dada en una época determinada. Tomemos el ejemplo de Alex DeLarge, quien vive en una sociedad distópica, donde la violencia es su modus operandi. Con este personaje es posible descubrir tanto el contenido temático de la cinta, como situaciones y acontecimientos, así como el contenido ideológico: violencia, libertinaje, represión, castigo. Nosotros, como espectadores, somos capaces de comprender a Alex sólo a través del medio histórico en que aparece y de las relaciones que establece con dicho medio. Este personaje, arquetipo de la tragedia, recibe un castigo por sus crímenes (robo, violación, allanamiento de morada) al ser capturado y sometido a un experimento de modificación de conducta.

Alison Bailey y Noah Solloway

(The Affair, Hagai Levi; Sarah Treem, 2014-)

Alison y Noah se conocen en un pequeño pueblo, ambos tienen pareja, pero su atracción mutua es tan magnética que cometen adulterio ―en torno a este acto y sus consecuencias se desarrolla la totalidad de la serie―. De sus acciones surge un conflicto de carácter ético, el cual es racional y donde opera un valor de orden moral y absoluto: el amor. Es un conflicto interno, alimentado por la pasión. En ese sentido, Noah y Alison no transgreden ningún valor, sino que defienden al amor atravesando las leyes sociales; naturalmente ambos sufren un castigo: el escarnio social.



Bonus:
A un maestro de química le detectan cáncer pulmón, haciendo uso de sus facultades, decide producir metanfetamina, transgrediendo, por supuesto, los valores de la ética. ¿Sabes a quién refiere esta descripción? 

FUENTES
• Aristóteles. Poética, México, Escenología, quinta edición, 2004.
• Goded, Jaime. Los problemas dramáticos del guión cinematográfico, Buenos Aires, Colihue, 2011.
• Virgilio Ariel, Rivera. La composición dramática. Estructura y cánones de los 7 géneros, México, Escenología, quinta edición, 2004.


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