Con motivo del próximo estreno de Los Increíbles 2, el equipo de Disney México nos invitó a una rueda de prensa con el director Brad Bird y los productores Nicole Grindle y John Walker de esta nueva película de Pixar. He aquí una brevísima semblanza de cada uno, así como la transcripción de sus comentarios y las preguntas que hicimos los medios de prensa.
Brad Bird —BB—, aclamado cineasta, ha escrito y dirigido varias películas animadas, entre las que destacan El gigante de hierro (1999), Los Increíbles (2004) y Ratatouille (2007), así como también películas de acción como Misión Imposible: Protocolo Fantasma (2011).
Nicole Grindle —NG—, productora de cine en diversos proyectos, ha estado vinculada con Pixar desde hace dos décadas; ha participado en las cintas Bichos (1998), Toy Story 3 (2010) y Monsters University (2013).
John Walker —JW—, actor de teatro, escritor y productor, ha participado en películas dirigidas por Bird como El gigante de hierro y Los Increíbles; también fue productor de la cinta Tomorrowland (2015) de Disney.
Pregunta —P—: El concepto de Los Increíbles es el núcleo familiar de un grupo de superhéroes, de cierta forma cuando vimos la primera película, pensamos en los 4 Fantásticos…
JW: Nosotros no.
BB: Yo tampoco. Ahí son sólo dos miembros que son parientes consanguíneos, bueno, tres si cuentas el matrimonio…
NG: Tienen retos distintos que los de los 4 Fantásticos.
BB: Para empezar, aquí hay cinco miembros, seis si cuentas a Frozono. O siete o más si incluimos a todos los demás.
NG: Nosotros incluimos a muchos otros, así que tampoco tenemos problemas en ese aspecto.
BB: Creo que una de las cosas que nos diferencian es que elegí sus poderes basado en el punto que estaría cada uno en sus vidas. A los hombres, como padres, se les reconoce «lo fuertes que son», por eso hice a Mr. Increíble superfuerte; las madres hacen veinte cosas distintas al mismo tiempo, por eso la hice «muy flexible» a Elastigirl; los adolescentes están a la defensiva y son inseguros, por eso a Violeta la hice invisible y capaz de crear campos de fuerza impenetrables; los niños de 10 años son muy energéticos —como Dash—, abren todas las puertas y aprietan todos los botones y todo lo quieren rápido; y los bebés son una incógnita, pueden tener todos los poderes o ninguno por el potencial que tienen; por eso imaginé así a Jack-Jack. Y pues Sam Jackson —Frozono—, en sí mismo ya es la neta, sólo tuve que darle un poco de hielo. He ahí la fortaleza de este concepto: los poderes no fueron dados nada más porque sí.
P: En esta película se ve mucho lo que es la evolución en cuestión a los personajes…
BB: (susurra) Endereza tu cámara.
JW: Odia que no estén derechas las cámaras, los malos encuadres.
P: Me gustaría saber en qué época está basada esta historia, porque habla mucho de la evolución de la lucha entre los géneros, en el empoderamiento de la mujer…
BB: En términos de sus roles familiares no hay roles temporales, la familia es la familia. Pero en términos de la estética de la película, vagamente está ubicada a finales de los años 50 o principios de los 60; aunque más bien es una realidad alterna de los años 60. Ciertas tecnologías son avanzadas y otras no; por ejemplo, no hay teléfonos celulares en la película, los cuales serían de gran utilidad, en especial por el villano, Screen Slaver —Roba Pantallas—. No quise incluirlos en esta película porque no quería una escena llena de personajes que estuvieran «dedeando» la pantalla de sus smartphones.
NG: En términos del rol de las mujeres, creo que ha sido consistente en ambas películas porque en la primera vimos que Elastigirl ya tenía una carrera antes de quedarse como ama de casa.
BB: Y le gustaba.
NG: Y era buena en ello.
BB: Sí. Ahora con los eventos que acaparan las noticias, es bueno que la cinta salga en este momento, porque quienes la vean dirán que se trata de una «idea muy actual», aunque la trama original ya se había concebido así hace más de una década. Para mí ésta es la inmediata continuidad de los personajes que aparecieron en la primera película.
P: Si Mr. Increíble tuvo sus propias escenas y su propio desarrollo en la primera película, ¿cuándo decidieron darle más protagonismo a Elastigirl?
BB: Diría que sólo le pusimos más reflectores, pues su personaje ya estaba delineado desde su origen; también creo que estos reflectores se enfocan en Bob mientras aguanta e intentan esa nueva faceta de ser padre de familia, a pesar de que esto lo lleve a pedir clemencia; fue algo que la película misma nos dio y jugamos con ello. Yo mismo subestimé ser papá, decía: «ah, los bebés son como una masita, no tienen nada qué decir». Pero luego tienen más personalidad y se vuelven cada vez más interesantes. Apenas los bebés nacen, tienen una personalidad innata y eso fue una novedad para mí. Sí, trata de vivir esa parte.
NG: Sólo para agregar algo sobre ser un padre, todo lo que dijiste me hizo recordar cuanto te dicen: «Tener un bebé es increíble», «es difícil al principio, pero se vuelve más fácil con el tiempo»… Y pasa todo lo contrario.
BB: Sus cacas —al principio— ni siquiera tienen olor. El asunto se complica cuando empiezan a moverse…
NG: Pero incluso ahora que tengo hijos veinteañeros —y que supuestamente son «independientes»—, es más difícil.
JW: Mi hija que tiene un bebé de 1 año, a los 6 meses llegó con lágrimas: «Papá, ¿por qué no me dijiste que esto era tan difícil?», a lo que respondí: «Tengo una película justo para ti».
P: Trataré de que mi niño interior no haga la pregunta. Realmente amé la película… Tampoco les preguntaré por qué pasaron 14 años entre una y otra cinta…
BB: Gracias, todo eso lo puedes buscar en Internet. Hay un sin fin de preguntas ahí.
JW: Y todas son iguales.
P: ¿Cómo balancearon los clichés de superhéroes, como las miradas entre ellos —antes de entrar en acción—, con —se le olvidó el inglés—…?
BB: ¿Con el estilo de vida de todos los días?
P: Sí, exacto.
BB: Claro, eso fue siempre parte del concepto de la película. Una de las reglas que le dije al equipo en la primera cinta fue que esto se trata de algo mundano pero también fantástico. No pasa mucho tiempo después de hacer algo mundano para que suceda algo fantástico y viceversa. Cuando apenas le estaba presentando el trabajo a John [Lasseter] —porque trabajamos juntos en El Gigante de Hierro—, le dije que llegaríamos con Pixar para producir Los Increíbles; luego le conté de cómo Helen —Elastigirl— se infiltraba a la base enemiga y cuando pasaba por una pared que reflejaba su imagen, lo único que pensaba fue cómo ha crecido su trasero con respecto a la última vez que se había puesto su traje. O sea, está justo en la base secreta siendo una gran superheroína y no puede evitar pensar «Uy, he subido unos kilos de más». Ahí puedes notar cuál es el tono la película y eso es parte de cuanto la hace única.
JW: Recuerdo que cuando me lo presentó, Brad me dijo: «Tengo este maravilloso título, pero no sé si decírtelo en voz alta porque no vaya a ser que me lo roben. Se llama Los Increíbles y se trata de una familia». Le contesté: «Es un gran título, ¿así se apellidarían?».
BB: Y le dije: «¡No! Se llamarán los Parr, pero serán increíbles».
JW: Así fue y la verdad sí es muy difícil escoger un título para lo que sea.
P:¿Qué piensan o qué le tienen que decir a aquellos directores que, en un sector más de autor, están en contra del cine de superhéroes?
BB: ¿En contra de los superhéroes? Ah, l’auteur.
JW: Pero si éste —señalando a Brad— es uno de esos; que no te engañe.
BB: Mira no sé. Creo que Hollywood ha tenido una larga tradición de que cuando algo se vuelve popular lo reproducen hasta matarlo. Eso ha existido desde siempre; si mágicamente pudieras regresar al año 1958 y vieras la cartelera o prendieras un televisor, habría 9 de 10 probabilidades de que te encuentres con un western. Así que Hollywood ha hecho eso desde siempre y, sí, es molesto. Sin embargo, eso no significa que los westerns no puedan ser buenas películas; por ejemplo, John Ford con The Searchers hizo una obra maestra, con todo y que en ese momento estaba rodeado de westerns.
Con esa misma visión, creo que ahora hay demasiadas películas de superhéroes, pero muchas de ellas son grandes películas y eso lo pudimos comprobar el año pasado: James Mangold dirigió Logan, una película aventurera, inteligente e inesperada por la forma en que llevó al personaje de Wolverine y una gran forma de terminar el ciclo con Hugh Jackman; El Caballero de la Noche de Chris Nolan, es una película fantástica que seguirá siendo buena incluso cien años en el futuro y pues nadie podrá mejorar la interpretación del Guasón de Heath Ledger porque esa es LA interpretación del Guasón; también tuvimos hace pocos meses el estreno de Black Panther, que también fue muy valiosa y diferente. Entonces, hay buenas y malas películas de superhéroes, pero sí espero que cambie la fórmula; hemos tenido suficiente de lo mismo.
Creo que deberíamos regresar a la forma en como se hacían las películas en los años 70, por ejemplo, cuando los directores se preocupaban más por imprimir una visión propia. No creo que porque una película se trate de superhéroes necesariamente se vuelva mala; digo, nosotros acabamos de hacer una y nos divertimos mucho y estamos muy satisfechos con el resultado.
No te pierdas el estreno de Los Increíbles 2, a partir de este 14 de junio.