Es un objeto que simboliza poder y autoridad desde tiempos ancestrales; en pinturas rupestres se pueden ver hombres sosteniendo varitas o bastones de mando. En el Antiguo Egipto también hay vestigios que muestran a sacerdotes con varita en mano, que representaba tanto magia como poder de sanación. Chamanes y líderes religiosos de diversas culturas ostentaron varas o báculos.
- En La Odisea de Homero se relata que la bruja Circe usó una varita para convertir a personas en cerdos. En cultos paganos la varita mágica funcionaba como canalizador de la energía de brujas y magos.
- Durante la Edad Media, con el surgimiento de la alquimia, la varita mágica se convirtió en un símbolo importante debido a Hermes Trimegisto, figura mítica del hermetismo, que portaba un caduceo: una vara con dos serpientes enroscadas, coronada por unas alas.
- Siempre asociada a la magia, la varita fue adoptada después por los ilusionistas, como Jean-Eugène Robert-Houdin —considerado el padre de la magia moderna— y tomó su aspecto de vara negra y lisa con los extremos blancos.
- Ahora, gracias al éxito de libros y películas de fantasía, como la serie Harry Potter, la varita mágica ha cobrado fuerza en la cultura popular, donde retomó su aspecto de vara de madera.
- Las hay de todo tipo de materiales y longitudes, dependiendo del ámbito en el que se usen: pueden ser de madera —de sauco es la más valorada— o marfil, de oro, plata u otros metales e incluso de plástico, en el caso de trucos sencillos de ilusionismo.
- El precio dependerá del material y el uso que su poseedor quiera darle. Por ejemplo, el valor de las varitas coleccionables de Harry Potter oscila entre los 500 y los 1 500 pesos mexicanos.