Hace poco estuve en San Francisco, Estados Unidos, y no van a creer todo lo que hice, conocí y descubrí en tan pocos días.
Empezaré contándoles los orígenes de la que ahora es una de mis ciudades favoritas. ¿Sabían que la zona que hoy ocupa la ciudad de San Francisco, en origen estaba poblada por tribus ohlones, cuyos descendientes aún habitan en varias partes del estado de California?
La curiosidad me llevó a descubrir que cuando en estas poblaciones fueron colonizadas, se fundó la ciudad de Yerba Buena (1776), misma que fue «rebautizada» con el nombre de San Francisco en 1847. Toda su historia permaneció con no más de mil habitantes hasta que la llamada Fiebre del Oro (1848), comenzó a atraer a decenas de miles de personas de todo el mundo con la esperanza de enriquecerse. Para 1849 ya había más de 25 mil habitantes. Por ello, California no tardó en recibir la categoría de estado.
La mayoría de la gente que llegó nunca encontró oro, pero a cambio desarrollaron uno de los centros comerciales más relevantes del mundo y construyeron una ciudad llena de lugares emblemáticos —como el célebre China Town—, que surgieron a la par de la construcción del ferrocarril.Así, con este tipo de historias, todas llenas de sueños, se hizo el San Francisco que hoy enamora a quien pisa sus calles.
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