El pequeño Marcel Marceau que se divertía imitando objetos y situaciones con gestos y admiraba a las grandes estrellas del cine mudo como Charlie Chaplin, nunca imaginó que llegaría a perfeccionar el arte de hablar con el silencio y se convertiría en el mimo más famoso de la historia.
Marcel Mangel nació en Estrasburgo, Francia, en 1923, y desde joven supo que quería pasar el resto de su vida en el escenario. Sus planes se vieron truncados con la ocupación nazi en Francia que lo obligó a cambiar su apellido a Marceau para ocultar su origen judío.
Aunque el hermano de Marcel y él lograron huir del país con documentos falsos, su padre fue asesinado en Auschwitz.
Después de esta tragedia personal el artista decidió unirse a la Resistencia y combatió a las tropas alemanas, mientras que en su tiempo libre montaba representaciones divertidas para levantar el ánimo de los demás soldados.
También aprovechó su talento como actor para fingir ser un boy scout y así ayudar a contrabandear niños judíos por los Alpes hasta el territorio neutral de Suiza.
Al terminar la guerra, Marcel se matriculó en la Escuela de Arte Dramático “Charles Dullin” dónde su camino se cruzó con el de Etienne Decroux, uno de los pioneros en el arte teatral de la pantomima y estudioso del lenguaje corporal como herramienta actoral.
Decroux se percató del talento de su pupilo y lo invitó a protagonizar la pantomima de Baptiste.
El público aclamó la actuación de Marceau y ahí comenzó su carrera profesional como mimo al formar su propio grupo teatral en 1947. Fue la primera compañía dedicada a la pantomima en el mundo, produjo y actuó en 26 mimodramas.
La inspiración de Marcel Marceau
En esa época también nació «Bip», su álter ego, un personaje fuerte y crítico, protagonista de melodramas que, a decir del Marceau, ‘denunciaban la miseria y la violencia que le traería fama internacional’; éste lo acompañó por el resto de sus días.
«Bip» era un personaje de aspecto triste, con el clásico suéter de rayas que hoy vinculamos con los mimos y un andrajoso sombrero decorado con una flor. El aspecto de Bip estaba inspirado en la pantomima del siglo XIX y había sido bautizado en honor al personaje de Pip de la novela Grandes Esperanzas de Charles Dickens.
El personaje tenía un carácter melancólico y su propio creador lo definió como «un Quijote moderno que se enfrentaba con molinos imaginarios», a menudo criticando la miseria y la pobreza con sus historias.
Marceau popularizó algunos ejercicios de pantomima en el escenario como «Joven maduro, anciano y muerte», que representa el envejecimiento natural del ser humano.
Además de su actividad teatral Marcel Marceau alcanzó la popularidad en la gran pantalla estadounidense protagonizando cintas como Silent movie (1976), dirigida por Mel Brooks.
También apareció en varios programas populares de televisión como The Maurice Chevalier show y Laugh in, actuaciones que le valieron dos premios Emmy.
A Marceau lo inspiraron protagonistas del cine mudo, como Charlie Chaplin, Búster Keaton, los payasos de la Comedia del Arte, una tradición europea de siglos; así como los gestos estilizados de la ópera china y las obras teatrales de Noh de Japón.
El adiós al mimo
Cuando su compañía teatral quebró en 1959, el gobierno de Francia la rescató para convertirla en Escuela Internacional de Mimodrama de París, dirigida por el mismo Marceau. El gobierno francés también reconoció su carrera artística al nombrarlo Caballero de la Legión de Honor.
Realizó giras mundiales y siguió trabajando hasta avanzada edad. Se negaba a retirarse del escenario y planeaba seguir con sus actuaciones «hasta que su cuerpo se lo permitiera». El mimo falleció en 2007 pero su carrera silente sigue haciendo eco en nuevas generaciones de actores.
