Así declaró el hijo de Dario Fo en su funeral, quien recordó al Nobel italiano como un hombre que nunca doblegó su empeño por hacer política con el teatro. Dramaturgo, pintor, sátiro, arlequín, juglar, cineasta y cómico de la lengua, su espíritu renovador siempre incomodó a los poderes establecidos.
Este interprete y escritor teatral nació en San Giano, Varese, en Italia, un 24 de marzo de 1926. Dario Fo fue hijo de una campesina y de un trabajador ferroviario, quien también se dedicó a la actuación.
Dario estudió en la Academia de Bellas Artes de Brera, en Milán, donde también pretendía convertirse en pintor y arquitecto. Junto a su padre, Fo participó en la resistencia contra los nazis y fascistas en la Segunda Guerra Mundial, y más tarde, durante la década de los 50 comenzó su trayectoria como actor así como guionista cinematográfico.
Dario Fo se casó con la actriz Franca Rame, junto a ella fundó la compañía teatral «Dario Fo-Franca Rame».
La pareja montó varios espectáculos con influencias de Commedia dell’Arte1 Un tipo de teatro que busca provocar la risa del público mediante un enredo amoroso. Con ciertas dosis de sátira social y política, los actores improvisaban sobre argumentos., este periodo también es representativo por su elevada crítica a lo político y social, razón por la que fueron censurados por el gobierno italiano. En ese periodo, Dario y Franca procrearon a su único hijo, Jacopo –quien heredó su profesión teatral.
Crítica pública
Dario participó en televisión pero sus obras también fueron censuradas, así que no le quedó más que regresar a los escenarios del teatro. En 1968 Dario y Franca fundaron una nueva compañía de actores: la Nouva Scena, pues Cía Fo-Rame los hacía sentir como parte de la burguesía y su intención era hacer un teatro realmente crítico y social. De este modo, la compañía se convirtió en el Colectivo Teatral La Comune.
El trabajo de Dario se caracterizó por su sensibilidad para captar los sucesos de su época.
En 1969 su ingenio comenzó a reconocerse con Misterio Bufo, una epopeya sobre los oprimidos, inspirada en la cultura medieval. Después llegaron obras como «Muerte accidental de un anarquista», «Pareja abierta» y «¡Aquí no paga nadie!», entre las más conocidas.
En 1973 la esposa de Dario fue secuestrada, torturada y violada por un grupo de neofascistas, y en 1978 el colectivo teatral sufrió un atentado, nuevamente por personas de esta postura radical; sin embargo, esto no detuvo el empeño crítico de Dario Fo, siguió expresando sus ideas y comprometiéndose cada vez más en temas sociales y políticos. De hecho, a partir de la década de los años 70 al 80, en los nombrados «años de plomo»2 Periodo de extrema violencia ocasionado por las tácticas que los gobiernos occidentales, durante la Guerra Fría, pusieron en práctica con el fin de dividir, manipular y controlar la opinión pública. fundó la organización «Soccorso rosso» –Socorro rojo– en la cual se daba asistencia legal a los militantes de postura política de izquierda.
En sus primeros años como dramaturgo podemos ubicarlo como simpatizante del Partido Comunista, pero con el tiempo, tuvo un desencanto debido a las políticas del comunismo totalitario soviético.
Dario Fo se adentró en el entorno de la izquierda política italiana, lo cual le sirvió para crear sátiras políticas, criticó sin piedad al poder político, al capitalismo, la mafia, hasta el Vaticano.
Fo fue reconocido en todo el mundo, en América Latina participó en varios Festivales de Teatro, en Bogotá y Caracas a principios de los noventa. En los que llevó su comedia con lenguaje absurdo, mezcla de dialectos y citas literarias. Dario supo tratar temas políticos, conflictos de amor y sexo con humor e ironía.
–Date una embarrada de teatro clásico–
Durante los noventa también luchó a favor de la legalización de las drogas y el control de la natalidad. «l’insegnante», como era llamado en el mundo del teatro, aterrorizó a los católicos con sus discursos anticlericales, pero eso no impidió que en 1997 obtuviera el Premio Nobel de Literatura.
La crítica social de Dario y su perspectiva a las problemáticas sociales se puede distinguir en sus obras. Una de las más importantes es «Misterio Bufo», escrita en 1969, éste es un juglar contemporáneo en el que el autor, con un gran talento para representar distintos personajes, expone un monólogo sobre los misterios evangélicos y las contradicciones de la religión católica.
Un año después escribió «Muerte accidental de un anarquista». Considerada por muchos como la obra maestra del italiano, trata el tema de la vida política del país a través de un payaso impredecible que desenmascara las prácticas de una comisaría milanesa, en una Italia tensa y temerosa.
Entre las obras más representativas de Fo, se encuentran: El dedo en el ojo (1953), Séptimo, roba un poco menos (1964), Misterio bufo (1969), Muerte accidental de un anarquista (1970), Razono y canto (1972) y Aquí no paga nadie (1974); El país de los cuentacuentos (2005), El amor y la risa (2009) y Lucrecia Borgia, la hija del papa (2014)
En 2002 publicó su autobiografía: El país de los murciélagos; y un año después sorprende con un retrato crítico e irreverente acerca de Silvio Berlusconi. En sus últimos años apoyó el «Movimiento Cinco Estrellas», fundado por su amigo Beppe Grillo, con quien escribió la obra «Il Grillo sempre canta al tramonto», obra en la que explican los principios y objetivos de dicho grupo político.
Dario Fo murió por una insuficiencia respiratoria el 13 de octubre de 2016, a los 90 años. Italia perdió a uno de sus críticos más ilustres y, a pesar de todo, el senado italiano le rindió homenaje con un minuto de silencio.
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