En esta quinta entrega ahondamos en las influencias en el plano sexual, partiendo de la época victoriana hasta la industrial, mostrándonos que la revolución tecnológica, sin lugar a dudas, significó en cambios enormes a la ideología y las prácticas sociales a grandes escalas.
Nos adentramos a los aspectos políticos, morales y sociales, así como en los movimientos feministas y las luchas por la igualdad de género.
El recorrido de las ediciones pasadas ha sido entretenido, informativo y ante todo exquisito, por eso debía continuar, así que no podrán esperar menos de este valioso pasaporte para recorrer el panorama social que envolvía la burbujeante sexualidad de finales del siglo xviii y hasta principios del xx.
Como la mujer fue un tema central durante este siglo, encontraremos mucho respecto a las consecuencias que trajo su incursión en diferentes aspectos de la sociedad en los que lucharon para incursionar, como los cargos políticos y su figura ante las instituciones religiosas. Todo aquello cocinándose en el explosivo desarrollo tecnológico que marcaría el inicio de una era completamente nueva en el desarrollo del ser humano.
Algunos de los datos que encontrarás en este libro son:
• El ideal de belleza entre las élites era un cutis blanco y mejillas sonrosadas. Para ello se recurría al blanquete, un afeite para blanquear que se vendía en botellas importadas de Francia o se preparaba en casa con talco y vinagre destilado. Los nuevos criterios de salud y naturalidad promovían el tener un cutis suave, fresco y limpio.
Aleksandr Pavlovich Briulov Bathsheb, Galeria Estatal Tretyakov Moscu
• En Londres y otras ciudades europeas no era raro encontrar cadáveres de niños y bebés en las calles o en los tiraderos. El infanticidio era un método común de control de natalidad y de población frente a la incapacidad de planificación.
• El adjetivo en inglés kinky data del año 1844 y literalmente significa «retorcido». Por metáfora, designa a la persona que tiene prácticas sexuales eróticas no convencionales.
• Tres son los arquetipos femeninos que dominaron a lo largo de esta centuria: la mujer musa —inspiradora del arte y las letras—, la mujer virgen —representada en la Inmaculada Concepción, promulgada por Pío ix, en 1854— y la mujer fatal, devoradora de hombres, capaz de llevar la perversión sexual hasta las últimas consecuencias.
Theodore Gericault Torso de un hombre, Colección privada
• Con la modernización técnica, el capitalismo y el pensamiento darwinista de la supervivencia del más fuerte, se dio una modernización en las costumbres, por lo que millones de mujeres salieron del espacio doméstico al espacio laboral —al mundo.
Para encontrar más datos curiosos e instantáneas sobre la vida sexual en esta era, consulten «¿Por qué nos gusta tanto el sexo? v Era Industrial», de nuestra colección Trivium.
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