La mujer en la fotografía es Anna Lee Fisher, una de las seis primeras astronautas que la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (nasa) seleccionó en 1978 para integrarse al equipo que cumpliría con ciertas misiones en el espacio.
Fisher nació en Nueva York en 1949, pero creció en California, ciudad que considera como su tierra natal. Ahí completó todos sus estudios y en 1971 se graduó en las licentiaruas de Química y Medicina, ambas carreras por parte de la Universidad de California en Los Ángeles. Algunos años después se casó con el también astronauta William F. Fisher, con quien tuvo dos hijas.
Después de graduarse, ella trabajó como médico en varios hospitales de Los Ángeles y también laboró en el campo de los Rayos x para estudios de cristalografía sobre metalocarbonos. En 1978 recibió una noticia que cambiaría su vida, pues le informaron que la nasa requería de su experiencia y deseaba incorporarla a un programa de entrenamiento y evaluación, el cual logró completar con éxito un año después.
Luego del entrenamiento Fisher colaboró en el desarrollo de pruebas y contingencias de diversos proyectos para la exploración espacial. En 1984 fue asignada en su primer vuelo espacial, en noviembre de ese año la nasa la integró a la misión 51-A a bordo del cohete Discovery, cuya tripulación tenía la misión de recuperar dos satélites dañados. Ese fue su primer y único vuelo, en el cual registró más de 192 horas en el espacio; al terminar esta misión pidió licencia y volvió al servicio activo hasta 1996; desde entonces trabajó en distintas áreas del Programa Espacial Tripulado.
La fotografía de Anna Lee Fisher apareció en la portada de la revista Life en mayo de 1985. La imagen fue captada por John Bryson, un profesional de la lente que tuvo varias colaboraciones con diferentes revistas como freelance. Fue famoso por retratar a varias personalidades, su trabajo más conocido es la fotografía que tomó a Ernest Hemingway pateando una lata de cerveza en la nieve.
El retrato que hizo de Anna Fisher fue importante por lo que representa: la primera madre en el espacio, el éxito de una mujer inteligente que además de ser admirada por su familia, consiguió un desarrollo profesional que además le valió el reconocimiento internacional. Por esta imagen, Fisher se convirtió en un ícono de la fortaleza de las mujeres, quienes son capaces de alcanzar cualquier objetivo que se propongan.