William Seward Burroughs fue un escritor estadounidense que formó parte de la llamada Generación Beat, un grupo de literatos que cobró fuerza en los años 50, y que revolucionó la cultura abogando por la experimentación con drogas, las formas alternativas de sexualidad, su interés por las religiones de Oriente y por rechazar tajantemente el materialismo y los valores morales de la sociedad estadounidense de entonces.
A propósito de Burroughs, se dice que fue «una de las figuras políticamente más aguerridas, con mayor influencia en la cultura y uno de los artistas más innovadores del siglo xx». Pero, ¿qué más se puede decir de él? Te compartimos diez datos que seguramente no conocías de este afamado escritor.
Participó en 13 películas —entre ellas Drugstore Cowboy (1989)—, escribió los guiones de otras 14 y dirigió una. Era gran amigo del director canadiense David Cronenberg, quien llevó a la pantalla una de sus novelas más famosas: El almuerzo desnudo.
El término heavy metal —sí, el género musical— fue tomado de un personaje de una de sus novelas. También el título de la cinta sci-fi de culto Blade Runner (1982), dirigida por Ridley Scott, fue tomada de otro de sus cuentos.
México fue el primer destino de su viaje de descubrimiento de drogas; incluyó Centro y Sudamérica, París, Londres y la ciudad de Tánger, Marruecos.
Estudió medicina en Alemania y, durante el régimen nazi, se casó con una judía alemana para que ella pudiera llegar a los ee.uu. Se divorciaron en 1946 y ella se volvió a casar.
Escribió El almuerzo desnudo en México. Vivió en el número 210 de la calle Orizaba, en la colonia Roma. Eligió México por su tolerancia legal al uso de las drogas duras intravenosas.
Durante el periodo del senador estadounidense Joseph McCarthy —principal promotor de una cruzada anticomunista en la década de los 50—, fue juzgado por «obscenidad». Norman Mailer lo defendió en la corte y recibió apoyo de escritores, músicos, cineastas e intelectuales. Su juicio fue el último por esos cargos.
Se embriagó en una fiesta con su esposa, Joan Vollmer, y decidieron jugar a Guillermo Tell: mientras Joan equilibraba un vaso en su cabeza, Burroughs apuntó, disparó, falló el tiró y la mató. Aunque estuvo detenido, pudo librarse de la cárcel dando «mordidas» entre los jueces y policías.
En París se hizo amigo del pintor Brion Gysin, quien influyó su ficción, especialmente por el cut-up —una técnica literaria que consiste en recortar y reordenar al azar un texto para crear una narración nueva.
Su adicción a las drogas y su bisexualidad son temas recurrentes de sus novelas. De niño lo acosaban pesadillas, y una enfermera le dijo que el opio provocaba dulces sueños; fue entonces cuando comenzó a fumarlo.
Es probablemente el único ser humano que ha probado todas las drogas de su época.
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